¿Hace cuánto tiempo que no saludas de mano o de beso, que no abrazas a tus parientes y amigos más cercanos? Sin lugar a dudas, entre las muchas cosas que esta pandemia ha alterado está la de nuestra manera de relacionarnos.

Siempre se habló con extrañeza de las formas de interactuar en otros países. Que en unos no suelen darse la mano al saludar. Que en otros hay que llevar mucho tiempo de amistad antes de permitirse un simple beso en la mejilla. Y que en otros más se vigila con mucho celo la distancia interpersonal. Todo eso nos pareció siempre muy curioso, ajeno totalmente a las costumbres de un país donde la calidez y la cercanía son nuestras tarjetas de presentación.
Dos años atrás solíamos estrechar la mano e incluso besar en la mejilla a alguien cuando nos lo presentaban. En una fiesta o reunión las distancias solían irse acortando al paso de las horas para acabar en fraternales abrazos cuando la celebración estaba en su apogeo. ¡Y qué decir del famoso acto de «ligar» y de coquetear, en el que poco a poco nos íbamos acercando hasta sentir el aliento del otro! Eso, al menos por el momento, ya no existe más.
En un mes dedicado al amor y la amistad queremos abordar el tema de cómo esta pandemia ha cambiado nuestros hábitos de relación y convivencia, para plantear alternativas que mantengan viva la llama que antes encendía la cercanía. Tenemos plena confianza en que todo esto pasará y que al cabo del tiempo será un mal recuerdo, pero mientras tanto conviene preguntarnos… ¿qué ha sido del amor y la amistad en los tiempos del COVID?
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