¿Que ya estamos en la cuarta ola de la pandemia? ¿Y que habrá una quinta? ¿Y que no sabemos qué tan grave es la variante Omicrón? ¿Y qué va a pasar con la economía? Estas y otras preguntas están en boca de todos, pero por momentos olvidamos que cada nuevo año, cada nueva etapa de nuestra vida, con o sin epidemia vienen cargados de retos, de problemas que hay que afrontar, de desafíos que, de resolverlos, nos convertirán en mejores personas.

Cierto, la situación pandémica ha trastornado nuestras vidas y ya llevamos dos años padeciendo sus efectos. Muchos han llorado la muerte prematura de seres queridos, otros tantos han tenido que sufrir una enfermedad que en algunos casos tiene secuelas, y todos hemos tenido que enfrentar uno y mil problemas derivados de esta situación. Por momentos nos han traído esperanzas las vacunas, la reducción de casos… pero al cabo del tiempo volvemos a la realidad de que el coronavirus no solo sigue aquí, sino que todo parece indicar que llegó para quedarse.

Sin embargo, basta mirar hacia atrás para descubrir que a lo largo de los más de diez mil años de civilización humana hemos tenido que enfrentar no solo muchísimas pandemias (algunas terriblemente devastadoras), sino guerras, hambrunas, desastres naturales.. y cada una de estas circunstancias, sin excepción, nos han hecho más fuertes.

Es cierto que tenemos por delante un año difícil, pero… ¿cuál no lo es? La vida es un desafío constante y vivir implica levantarnos todos los días a luchar para poder disfrutar. Estamos en un punto de la civilización en la que la ciencia tiene todas las herramientas para sacarnos adelante de este problema, solo es cuestión de un poco más de tiempo, de algo más de paciencia, y sobre todo, de mucha responsabilidad de nuestra parte. Hagamos lo que corresponde, que es cuidarnos y cuidar a los demás. Enfrentemos este y otros desafíos sin miedo, y la vida premiará nuestros esfuerzos.

Desde la redacción de Revista Más Sana les deseamos un feliz año y que todos tengan la oportunidad de descubrir al guerrero invencible que cada ser humano lleva dentro de su mente y su corazón.