Hay demasiada información sobre los cuidados para la prevención de la Covid; por desgracia, la gran mayoría es inadecuada, inexacta y hasta errónea. ¡Cuidado con tus fuentes de información, sobre todo cuando se trata de proteger a tus hijos!

– ÉRIKA RIVERO ALMAZÁN / Directora de Revista Más Sana –
Ante la importancia que reviste este tema, entrevisté a uno de los epidemiólogos poblanos que desde el principio estuvo al frente de batalla de la pandemia, atendiendo a cientos de pacientes de forma exitosa tanto en hospitales públicos como privados, ¡y hasta va a tu casa a atenderte!: el Dr. Alfredo Victoria, especialista en medicina preventiva, salud pública y epidemiología, quien nos reveló algunos mitos y realidades sobre esta enfermedad.
1. ¿Vacunar o no a nuestros niños?
La respuesta es sí, por supuesto. En México y en casi todos los países del mundo se sigue el método de vacunar por edades, y eventualmente llegará el momento de vacunar a los niños. No te preocupes por la marca o el país de procedencia de la vacuna, está demostrado que todas funcionan. En Estados Unidos ya se probó la Pfizer en pequeños de 5 a 11 años, y seguirá este ejercicio hasta llegar a toda la población. Con toda certeza, nuestro país seguirá estos pasos.
2. ¿Por qué es bueno vacunar a toda la población?
Porque en la medida en que todos estemos vacunados impediremos el surgimiento de nuevas variantes del coronavirus pues, como ya sabemos, el bicho va evolucionando y fortaleciéndose. En la medida en que exista más población vacunada, el virus perderá fuerza, y a la vez nosotros estaremos más fortalecidos para resistirlo. Puede que nos contagiemos aún vacunados y que necesitemos resguardarnos en casa 15 días con todos los cuidados, pero ya no pisaremos el hospital, ya no nos intubarán y mucho menos moriremos por Covid.
3. Reeducar a nuestros niños… y a nosotros.
Convidarnos el lunch era una práctica común. ¿Quién no recuerda tomar de la misma garrafa o morder la torta o el sándwich del compañerito? Bueno, pues hay que explicarles a nuestros pequeños que ya no pueden hacer eso… y quién sabe si lo volveremos a hacer alguna vez. La saliva es el único medio de trasmisión del bicho, y ha quedado demostrado que el método de prevención infalible implica tres máximas: uso de cubrebocas, sana distancia y lavado de manos. A la hora de los juegos infantiles tengo mis dudas… ¿ya no jugaremos a las atrapadas, a los policías y ladrones? Eso se me olvidó preguntárselo al Cr. Alfredo, pero creo que la sana distancia en los niños va a ser una condición imposible de lograr.
El regreso a clases presenciales al 100% será una realidad que muy pronto se va a materializar, y lo mejor que podemos hacer por nuestros niños es cuidar su alimentación: reducir al máximo la chatarra (todos sabemos cuál es), darles proteínas, vitaminas y minerales, e igual de importante es cuidar su salud mental: alejarlos de ver películas o información fatalista sobre el final de los tiempos y que en casa no estemos hablando de tantas muertes, enfermedades y preocupaciones que son de los adultos. Procuremos que disfruten de su niñez lo más posible.

4. El termómetro a la mano, en todo momento.
Cuidar la temperatura, así como detectar los síntomas de la Covid en los pequeños, es una tarea de todos los días. Procura hacer este examen todas las mañanas. No hay de otra. Recuerda que la detención temprana de la enfermedad protegerá a los niños y a todos para frenar de tajo un contagio.
5. Ya vamos conociendo las mañanas del bicho.
Si tienes temperatura y otros síntomas, te haces la prueba y resulta positiva, el paso a seguir es guardarte en casa. Sigue las recomendaciones del doctor. Si estás vacunado, muy posiblemente no pase de un descanso y el aislamiento de cajón. Pasando exactamente 15 días, según lo indica el Dr. Alfredo Victoria, ya no será necesario hacerte otra prueba de la Covid, porque ya no contagias. Así de fácil.
6. Los desinfectantes en rociador y en aerosol no sirven contra la Covid.
En Estados Unidos, en la Comunidad Europea y hasta en Rusia (y seguramente podemos contar también a Japón) ya eliminaron estos enormes aparatos instalados en los accesos de los establecimientos públicos y las casas que te rociaban de pies a cabeza, igual que el dichoso tapete en donde enjuagabas tus zapatos. Tampoco sirve que te desvistas antes de entrar a la casa o te quites los zapatos. El virus no se trasmite así, a menos que pases tu lengua por el piso o por todas las superficies como mesas, pasamanos, barandales, etc. Sí, ya sé que muchos enriquecimos a estas empresas que se dedicaron a vender estas chivas, pero al principio de la pandemia no se sabía lo que hoy ya está comprobado. Pero puedes seguir utilizando estos aerosoles… ¡huelen rico!
7. Aplica las tres máximas, más tu vacuna.
¡Y ya la hiciste!, Tú, tu familia, tus hijos y todos: sana distancia, cubrebocas y lavado de manos, más tu vacuna. Es todo.
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