México cuenta con 126 millones de habitantes, pero solo un poco más de 2 millones 500 mil (2% de la población) consumen vino con regularidad, y de éstos la mitad consume el 80% de los 70 millones de litros que se beben al año en nuestro país.

En el caso de la ciudad de Puebla y sus 2 millones 500 habitantes, si utilizamos la referencia porcentual arriba citada podemos calcular que unos 50 mil poblanos consumen habitualmente esta bebida, de los cuales unos 25 mil compran el 80% de las 25 mil cajas de vino que se venden anualmente.

Ahora bien, el origen del vino que se consume en la Angelópolis es muy variado: poco menos de una tercera parte (8 mil cajas) es producido en México, unas 8 mil 500 provienen de España, 7 mil 500 de Chile y las restantes mil de otras naciones como: Francia, Italia, Sudáfrica, Estados Unidos (sobre todo del estado de California), Australia y Nueva Zelanda.

Estas cifras nos hablan de que aun hace falta mucho por hacer para popularizar el consumo de un producto que, consumido con medida, redunda en muchos beneficios para sus consumidores, entre ellos la comprobada mejora del sistema cardiovascular. Tenemos que fomentar la cultura del vino en nuestro país, y seguir popularizando el producido a nivel local, que cada vez cuenta con más reconocimiento internacional.