La tortilla es un referente cultural y un alimento tradicional de la dieta del mexicano la cual, suele acompañar nuestros platillos día con día.

Elaborada principalmente a base de maíz, blanco, rojo o azul, etc., aunque también las hay de harina, nopal, coliflor y hasta avena, suele ser un producto estigmatizado por ser considerado, a veces, no tan saludable. Sin embargo, hay que tomar en consideración que la tortilla de maíz, por sí sola, es un buen acompañamiento nutricional, pero quizás, no las comidas que se le colocan.

Realmente, es un estupendo aliado de una dieta equilibrada, pues es libre de grasa, bajo en sodio y no contiene colesterol ni grasas trans, rico en fibra y en menor medida también contiene proteína. Por ello, su consumo diario se recomienda para todos los miembros de la familia. Entre otras aportaciones están:

• Ayudan a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y favorece el balance intestinal.

• El maíz tiene varios compuestos que previenen la oxidación de las células, es decir, inhibe la aparición del cáncer.

• Los lugares donde el consumo de tortilla es alto, se reportan menos padecimientos o problemas relacionados con los huesos, ya que son una buena fuente de calcio.

• Son una gran opción para las personas que son sensibles o intolerantes al gluten.

• Son muy versátiles pues se pueden preparar una gran variedad de platillos para los diferentes tiempos de comida.

Cabe mencionar que, como cualquier alimento, la tortilla debe de consumirse con moderación. La ración recomendada para un adulto al día es de 2 a 3 tortillas diarias.