Una joven mamá, política y líder de mujeres y comunidades nos confiesa sus pasiones y miedos y afirma: “el gran reto de las mujeres es descubrir su autenticidad y lanzarse sin temor por sus sueños, pero sin olvidar jamás su sonrisa”.
Érika Rivero Almazán / DIRECTORA DE MÁS SANA
fotografía: Rodolfo Carvajal

“Claro que es nuestro momento… ¡el momento de las mujeres!”, afirma Xitlalic Ceja García, quien explica que “gracias a que muchas lograron despejar el camino con incontables esfuerzos y sacrificios, ahora podemos ir —cada vez más preparadas y fuertes– a lugares de poder para compartir nuestros talentos y conocimientos, con nuestro distintivo como mujeres: que sabemos ver al otro desde el corazón”.
Xitlalic se ha desempeñado como diputada local, candidata al Senado y secretaria general del Partido Revolucionario Institucional (PRI), por mencionar solo algunos de sus cargos, y siempre ha mantenido una postura crítica bajo cualquier circinstancia: “No es fácil, pues no siempre le gustas a todos y vas por un camino que siempre es difícil, pero mi trabajo no tendría razón de ser si les fallo a las personas que confiaron en mí para representarlas, escucharlas y ayudarlas a resolver sus problemas. ¡Nadie puede estar por encima de eso! Sería como traicionarme a mí misma y a todo lo que trato de enseñarles a mis hijos”.
¿Cómo fue tu infancia?
“¡Muy afortunada! Mis padres me enseñaron muchas cosas, pero destaco dos: el amor y el trabajo. Teníamos un restaurante de mixiotes y barbacoa y desde que tenía ocho años ayudé a mis papás levantándome a las seis de la mañana para ir al mercado, para picar jitomate y cebolla o administrar los insumos de la bodega. Desde niña ya sabía cómo se cavaba el hoyo para hacer barbacoa, pues veía a mi papá hacerlo mientras platicámos de todo. En la cocina con mi mamá se fraguaron las mejores pláticas y debates, o nos contábamos chistes y cantábamos. También me gustaba atender a la gente, servirle y asegurarme a que estuvieran a gusto. Cuando me hice mayor comencé a encargarme de las cuentas y la caja administradora… ¡me hice buena para las matemáticas! (risas). Después de eso hacía la tarea y mis papás me la revisaban. Toda esa actividad la hacíamos con mucha armonía y buen humor. ¡Me encantaba el olor de la cocina y su ambiente de trabajo, servicio y amor!”.
¿Qué es lo que más cuidas en una relación?
“Procuro no mentir jamás, o mejor aún, no prometer lo que no puedo cumplir. También, antes de actuar, me detengo a pensar cómo mis acciones pueden afectar a los demás”.
¿Cómo ves tu futuro en la política?
“Para mí mirar el futuro implica vivir el presente, porque de lo que construyas hoy depende lo que vendrá después. En la política se llega al futuro con los pies de plomo, sin prisas pero sin pausas”.
¿Qué procuras evitar?
“El rencor, porque es un sentimiento que sólo sirve para enfermar tu corazón, y por supuesto la traición, porque le va peor al que la comete”.
¿A qué político admiras?
“A Luis Donaldo Colosio”.
¿Tu mayor éxito?
“Mis hijos y mi familia”.

Xitlalic Ceja, en pocas palabras
Tu regla de oro: “Caminar siempre adelante, sin apego ni culpa. El apego habla de una profunda codependencia que te impide ser libre. La culpa es una trampa que te impide asumir tu responsabilidad”.
La política: “El arte de la congruencia”.
El Partido Revolucionario Institucional: “Mi bandera para defender las causas de la gente y ser congruente”.
La negociación: “Llegar a acuerdos en equilibrio y equidad, siempre en beneficio de las dos partes”.
La pareja: “Amor, compromiso y honestidad”.
El amor: “La verdad es su vitamina”.
Los hijos: “El alimento de toda mamá”.
La mujer: “Sororidad. ¡Nunca hay que hablar mal de otra mujer, porque no conocemos sus circunstancias y las batallas a las que se enfrenta!”.
Los adversarios: “Hay que demostrarles al máximo nuestra madurez y capacidad de respeto”.
La vida: “La oportunidad de realizarnos en el amor y la felicidad”.
El reto de la política: “Humanizarla”.
El disfrute: “Reírme con mis hijos”.
El dinero: “El referendo del trabajo”.
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