Son tus creencias y decisiones las que pueden alentarte a llevar una mejor relación con el dinero, para generar prosperidad, paz y estabilidad.
MARY PAZ HERRERA / Coach en Bienestar y Negocios
De acuerdo con la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), la educación financiera es el proceso mediante el cual las personas adquieren una mejor comprensión de los conceptos y productos financieros, a la vez que desarrollan las habilidades necesarias para tomar decisiones, evaluar riesgos, tomar oportunidades financieras y mejorar su bienestar.
Mejora tu relación con el dinero
Las creencias sobre el dinero son ideas y formas de pensar que aprendiste alguna vez, luego se arraigaron fuertemente y ahora dan pauta a la forma en que te relacionas con él, con las personas y cómo lo obtienes y gastas. Estas creencias son tan poderosas que determinan las decisiones financieras que tomas en el día a día.
Lo peligroso es que algunas creencias, sobre todo las referentes a la escasez (“no tengo”, “no puedo”, “no soy capaz”…) pueden causar emociones destructivas como: miedo, ansiedad, frustración, envidia o avaricia, que con el tiempo pueden dañar tus relaciones y hasta tu salud.
Ten presente que son tus creencias, ideas y pensamientos, y sobre todo tus decisiones, las que pueden alentarte a llevar una mejor relación con el dinero para generar prosperidad, paz y estabilidad. ¡Pregúntate cuáles creencias debes cambiar!
Fundamentos de la libertad financiera
- Identifica si tienes un perfil gastalón.
- Gasta menos y ahorra más.
- Porque lo sencillo es hermoso, vive sencillo… ¡no aparentes lo que no tienes!
- Una mentalidad de pobre te lleva a gastar tu dinero, pero una de rico te impele a ahorrar e invertir para generar más ingresos.
- ¡Deja de trabajar para el dinero y destínalo a trabajar para ti!
- Liquida tus tarjetas de crédito… ¡no pagues intereses!
Consumo responsable
La mayoría de las personas, así como ganan el dinero, así lo gastan; analiza tus hábitos de consumo y reestructura tus gastos en forma consciente y responsable.
Debemos reconocer que actualmente las estrategias del marketing tienen una gran influencia en los consumidores y presionan hacia el consumo, de tal manera que casi sin darte cuenta realizas compras no planeadas y constantemente te sales de tu presupuesto. ¡Cuídate de ti, y sobre todo de la palabra necesito!
¡Emprende!
Si eres de los que tienen un trabajo seguro que te permite percibir un sueldo periódicamente, pero vives preocupado porque llegas arañando a los fines de quincena y por añadidura están creciendo las necesidades de tu familia, quizás sea el momento de que revises la forma de generar tus ingresos y desarrolles una actitud emprendedora y digna de un inversionista, para lo que se requieren ciertas capacidades psicológicas, como el manejo del miedo, el riesgo y la incertidumbre.
Aprende sobre finanzas, desarrolla un plan de negocios e inicia un negocio que te apasione, de ser posible junto con tu familia, o bien invierte en bienes raíces. La verdadera medida de la riqueza es el tiempo, no el dinero. Realiza alianzas estratégicas con las personas más adecuadas y aprende a ser tu propio jefe, para transitar de una mentalidad de empleado a una emprendedora.
No dejes de soñar, pero sal de tu zona de confort y vence tus propios miedos, estableciendo tus metas y trabajando por ellas.
Desarrolla un plan a futuro
Establece metas financieras de corto, mediano y largo plazo, y realiza un plan de acción para lograrlas; el objetivo es estabilizar tus finanzas, ahorrar y generar un patrimonio futuro… ¡Si lo puedes creer, lo puedes crear!
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