
La columna de Paola de la Barreda
Las exigencias y cambios actuales demandan que cada día el ser humano ponga en práctica sus competencias emocionales, por ello se habla de personas resilientes.
Para entender este término será necesario empezar por definir qué es la resiliencia, es la capacidad que tiene cada persona para poder afrontar las situaciones adversas u obstáculos que puedan sobrevenir en la vida. Esta competencia se puede adquirir con el paso del tiempo, en un proceso de crecimiento que permita la construcción, reconstrucción y transformación del individuo.
Es muy importante que, durante la niñez, la adolescencia y la adultez se conjugue este proceso de formar personas resilientes ya que, esta cualidad tiene múltiples beneficios como son que se encuentra ligada al desarrollo y crecimiento de la persona, abona al bienestar emocional, las personas resilientes tienen un mayor equilibrio emocional y en circunstancias de estrés tienen mejores estrategias de afrontamiento.
A veces las circunstancias de la vida pueden parecer y ser complicadas, sin embargo, si se trabaja en adaptarse y afrontar las adversidades se consigue un proceso de crecimiento personal, esto no significa que no experimentarás dolor o tristeza ante alguna pérdida, estrés o incertidumbre ante situaciones específicas,pero que la manera de afrontarlo y las estrategias empleadas podrán hacer un proceso mucho más llevadero tomado con paciencia, calma y optimismo.
Victor Frankl decía “Quien dispone de un para qué será capaz de sobrellevar casi cualquier cómo”
Mtra. Fiore Paola De la Barreda
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