Si eres mexicano y tienes familia en Estados Unidos o en la Comunidad Europea, o tienes socios comerciales, necesidad de trabajo o estudios pendientes, o por simple la intención de viajar por placer, esta información te interesa.

Si quieres moverte de una manera libre en el mundo, después de esta pandemia que llegó para quedarse, debes tomar en cuenta dos cosas, que incluso, pueden afectar tu vida para siempre.
- Si no estás vacunado porque tomaste la decisión de no hacerlo, entonces de entrada nunca podrás viajar a otro país. Y es posible que México tome la determinación que otros países como Alemania, Inglaterra y Francia ya aplican actualmente: para entrar a un bar, restaurante, gimnasio, etc, deberás mostrar tu cartilla de vacunación Covid; de lo contrario, te negarán la entrada.
- Si ya te vacunaste, entonces, atención: ¿qué tipo de vacuna te pusiste? Si te pusieron la vacuna rusa Sputnik V, o la china CanSino, tienes problemas: serás discriminado tanto en Estados Unidos como en Europa.
De estas dos decisiones dependerá la forma en que puedas interactuar con el mundo. O bien, asilarte de él.
La raza, el color de la piel y la forma en que te vistes suelen ser tomados por muchos como dispositivos de discriminación; sin embargo, hoy aparece en el mapa mundial una nueva: la vacuna Covid.
Para mi participación en el V Foro Internacional Iberoamérica en Rusia, llevado a cabo en este mes octubre, viajé a Rusia y a otros puntos que forman parte de la comunidad Europea. Fue entonces de que me percaté que muchos mexicanos y latinos en general viven verdaderas tragedias: desde vuelos trasatlánticos perdidos, en donde no te reponen ni tu vuelo ni tu dinero (nuevas medidas de las aerolíneas en tiempos de pandemia), y permaneces hasta una semana varado en un país porque la aduana te prohíbe tu viaje, un trato prepotente si no dominas otro idioma que no sea el español.
En pocas palabras, un trato discriminatorio.
¿El motivo principal? Por la vacuna que elegiste ponerte, o que tu país permitió que te pusieras: estamos hablando de las vacunas rusa y china. Ninguna de las dos es admitida por la Comunidad Europea, y recientemente hasta Turquía la rechazó.
El colmo es que Rusia también tomó el mismo papel discriminatorio con las vacunas: no admite la China.
La comitiva de México en el foro ruso conoció esta información de la peor manera: ya de regreso, dos de nuestros compañeros fueron detenidos en la aduana de San Petersburgo. Sin ser exactos en el motivo de su detención, les preguntaron qué hacían mexicanos en su país y por qué se habían puesto la vacuna china, que no es aprobada por la Organización Mundial de la Salud. Ese fue el principio de un infierno de Dante: compraron cuatro y hasta cinco veces boletos trasatlánticos, hasta que a uno lo dejaron salir tres días después, y al otro, después de transcurrida una semana. Lo lamentable es que uno era un estudiante que buscaba fortalecer sus estudios en la Universidad Estatal de San Petersburgo y el otro, un acuerdo comercial ante México-Rusia para promover las artesanías mexicanas. Después de esta peripecia, me pregunto si les quedarán ganas de cumplir sus objetivos en el extranjero.
Y aquí viene una pregunta válida: ¿por qué el gobierno mexicano no nos advierte y nos da toda esta información en el momento de que estamos recibiendo la vacuna? Las autoridades mexicanas nos repiten hasta el cansancio que “la mejor vacuna es la que te toca”. Esto es una enorme mentira.
Lo malo es que México ha recibido 11.6 millones de vacunas chinas, entre Cansino y Sinovac. Es decir, que entre ambas suman el segundo lugar de las vacunas más aplicadas, después de las de Pfizer.
Estados Unidos no canta mal las rancheras. Nuestro vecino admite a extranjeros que se han vacunado, pero solo por las autorizadas por la Organización Mundial de la Salud, lo que deja fuera a millones de mexicanos y latinoamericanos que recibieron la china y la rusa.
Si México ya conoce que cualquier ciudadano del mundo es rechazado de Rusia, la Comunidad Europea y sobre todo de Estados Unidos, nuestro principal socio comercial, si ha sido inoculado con las vacunas rusa y china… ¿por qué insiste en seguir suministrándolas?
Es obvio que sabe que está aislando a los mexicanos del mundo.
Está en nosotros actuar y tomar cartas en el asunto, porque los gobiernos mexicanos no lo harán.
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