Por Enrique Piña Santana / Psicoterapeuta

La felicidad hoy en día en un tema bastante usado por muchos medios, algunos lo ven como una meta, otros como un camino. Para abordar este tema tan sutil, iniciaremos por decirte, la felicidad todos y todas lo viven de manera diferente, no hay una felicidad única, todos construyen su percepción de felicidad de manera muy distinta, dependiendo la manera en la que han crecido, las personas con las que han convivido y los medios en los que se ha desenvuelto, es decir, cada ser humano va desarrollando un concepto de felicidad PERSONAL.
Cabe mencionar que, dicho concepto está atravesado por sus valores, sus metas, sus ideales y las proyecciones que se hacen a futuro, por tanto pareciera que la felicidad se viviría como un constante por venir, cosa que a muchos los lleva a sentirse ansiosos o angustiados por creer que su felicidad está atada a lo que pase en el mañana.
Algunas otras personas confunden la felicidad con una emoción, tal como la alegría, dado que la relacionan con sonrisas o sensaciones de plenitud, eso tampoco es felicidad, hay que poner las cosas en su lugar, la felicidad es un concepto construido y la alegría, una emoción innata. Dicho esto preguntémonos ¿Qué es felicidad para mi?
Ahí es donde comenzaremos a definir de manera personal, si es una manera de vivir o si es algo que constantemente estaremos buscando, percibiéndola como algo lejano, algo que vive en el mañana. Debemos comenzar a establecer un orden en nuestras ideas y nuestras emociones y saber que la felicidad es una mezcla de ambas, que tiene que ver con nuestras metas, nuestros anhelos, con las personas con las que convivimos día a día, con los lugares que visitamos, con los logros, con la manera en la que nos cuidamos, con lo que damos y recibimos.
Dejemos de consumir una idea de felicidad cómo nos la presentan en los cuentos y en las novelas con un “Vivieron felices para siempre”, eso no existe y no es correcto vivirlo desde esa mirada, puesto que la veremos siempre en las pantallas , en personas lejanas y nos perderemos de lo que en verdad nos está ocurriendo aquí y ahora, comparando nuestra vida con la del resto, lo que tenemos y lo que no, la felicidad no es un material. Me atrevo a decir que, LA FELICIDAD SE VIVE Y SE VA CONSTRUYENDO.
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