La pandemía nos obligó a revolucionar muchos aspectos de la vida, entre ellos el estudio. En la actualidad, niñas y niños llevan a cabo esta actividad de forma remota con el apoyo de plataformas como Zoom, Meet, etc; sin embargo, este nuevo estilo de vida con movilidad reducida y falta de socialización ha causado, en algunos, déficit de atención o perdida de interés en sus actividades.
¿Cómo podemos fomentar el aprendizaje y retomar la atención de los hijos? En entrevista para el Programa Más Sana, la Doctora en Planeación Estratégica e Investigadora en Neurociencias Aplicadas a las Organizaciones, Arlen López Arce, brindó algunas estrategias para ello.

De acuerdo con la especialista, existe un fenómeno denominado neuroplasticidad, que es la conformación de redes neuronales formada por nuestras experiencias y el entorno en el que vivimos. Cada red neruronal es como una huella digital es decir, única; por lo tanto, cada persona piensa de manera diferente. Por lo anterior, debido a las circunstancias que afrontamos hoy en día, el cerebro ha tenido que adaptarse.
Entonces, la clave para que los hijos tengan un mejor desempeño, según lo dicho por la Dra. Arlen, es otorgándoles un entorno positivo ya que, las neurociencias establecen que un cerebro en depresión, estresado o con ansiedad no aprende.
Por lo cual, los padres deben manejar una actitud positiva para poder apoyar a los pequeños a mitigar el estrés o tristeza, algunas actividades y consejos que se pueden aplicar para conseguirlo:

Un minuto de risa
Aunque el adulto o el menor no estén de buen humor, pueden realizar ejercisios de gesticulación, para engañar al cerebro porque ello, ayudará a generar endorfinas; un cerebro positivo tienen mejor memoria.
También, se puede implementar la música para mejorar el estado de ánimo.
Ejercicio físico
A través de una sesión de activación aeróbica el cerebro obtendrá una mejor memoria y atención.
Hidratación y alimentación
Una buena alimentación así como beber agua constante, brinda al cerebro un mejor funcionamiento.
Reconocimiento
La escuela es un lugar donde se socializa mediante trabajos en equipo, al hacerlo se genera oxitocina, un neurotransmisor que da felicidad. Para ayudar a las niñas o niños a generar esta parte, se puede optar por reconocimientos.
Padres y profesores deben realizar un trabajo en sinergia para evitar el aprendizaje pasivo, donde sólo participa el niño, porque es nulo. El procesos debe generar curiosidad, ser creativo, motivante si se desea contribuir a la educación de los pequeños, porque, por el momento, la educación debe de ser a distancia. «Un cerebro está hecho para ser social, los niños deben convivir» mencionó la investigadora.
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