La leche es el alimento más importante para la humanidad, pues resulta clave en todas las etapas de la vida al ayudar a formar y mantener sanos los huesos y dientes, además de que es indispensable para lograr una buena estatura, inteligencia y buena memoria.

Juan Valente / GERENTE COMERCIAL DE DILESH

Este vital líquido tiene muchos más beneficios de los que nos podamos imaginar. Por ejemplo, previene la osteoporosis, favorece la formación de nuevos tejidos en el organismo, impide el desarrollo de gérmenes en el intestino, es baja en calorías, ayuda a conciliar el sueño y previene diversos tipos de cáncer. La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir tres porciones al día —lo que equivale a 410 mililitros– o bien de sus derivados, como el yogurt y el queso, entre otros.

En lo que respecta a nuestro país, México es el décimo segundo productor de este alimento en el mundo, el mayor importador de leche en polvo y la industria de los lácteos genera 4 millones de empleos. Desgraciadamente, como aún somos una nación en vías de desarrollo, el 40% de la población no cuenta con ingresos suficientes para consumirla cotidianamente, por lo que uno de cada ocho mexicanos sufre de desnutrición crónica.

Existe un debate con respecto a la leche, pues se dice que para producir un litro se necesitan mil de agua. Sin embargo, hay otros alimentos que demandan aún mayores cantidades; por ejemplo, para producir un kilo de arroz se necesitan 2 mil 497 litros de agua. Así, en comparación, la leche no produce una huella hídrica tan grande. Otra polémica está relacionada con la supuesta supremacía de las leches vegetales, pero éstas aportan sólo una pequeña parte de la proteína que contiene la leche de vaca.