Aprender a comer y no sólo por un determinado tiempo… ¡conviértelo en un estilo de vida!
LULÚ FARRERA / DIRECTORA DE SALUD INTEGRAL INTELIGENTE
Estamos ya en el tercer mes de este 2018 y quiero creer que muchas personas aún siguen firmes en la consecución de las metas que se trazaron el día de Año Nuevo, derrochando entusiasmo y mucho optimismo. Y como uno de los propósitos más comunes es bajar de peso mediante una dieta, es importante hacer un balance de qué tanto lo has logrado, sobre todo porque muy probablemente este objetivo no es nuevo para ti y ya ha figurado en tus listas de proyectos varias veces.
Y sí, mucha gente intenta ponerse en forma cada principio de año… y casi siempre fracasa. ¿Por qué? ¿Será que seguir una dieta puede ser un error? Veamos: la mayoría de los regímenes alimenticios restrictivos, además de las muchas recomendaciones que al respecto nos hacen propios y extraños, parten de soluciones válidas según el sentido común:
- “Come menos y pesarás menos”.
- “Mantén la boca cerrada y los kilos de más nunca llegarán”.
- “Suda mucho y quedarás como un palo”.
- “Come solamente lechuga y lograrás estar delgado”.
Si todos estos consejos funcionaran en la realidad, la mayoría de las dietas no fallarían, pero lo cierto es nos sometemos a una lucha frontal contra la comida… y llevamos las de perder (¡y no precisamente peso!). La batalla de los kilos no se gana con fuerza, ni con sudor, ni con mil intentos de seguir una dieta, sino con inteligencia y elecciones saludables.
Elige comer selectivamente y lleva a cabo un plan de acción específico en el que debes aprender a comer y concientizarte que no será sólo por un determinado tiempo, sino que deberás convertirlo en un estilo de vida. De nada valen los sacrificios que solamente te llenan de angustia y acaban llevándote en algún momento a echar los buenos propósitos por la borda para darte un atracón que te alivie del sufrimiento. Mejor toma la decisión de hacer de la comida tu aliada y verás que llegas mucho más lejos.
Te aconsejo empezar con un solo propósito, acorde a tus posibilidades. Escríbelo en un papel y luego crea un plan de acción, es decir, el camino que te llevará hasta tu meta; procura que esté a tu alcance y no sea muy difícil para que lo puedas aplicar siempre. Luego, simplemente, empiézalo YA y sé constante… ¡Te deseo mucha suerte y éxito! •••
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