Así como protegemos a nuestros hijos para que vivan felices por mucho tiempo, deberíamos comportarnos de la misma forma con nuestro planeta.
REDACCIÓN MÁS SANA
Aunque parezca que la relación entre paternidad y ecología es inexistente, en realidad son muchas las semejanzas entre ambos conceptos, porque así como un padre protege a sus hijos y hace todo lo posible para procurarles el sustento, nuestra relación con un planeta cada vez más comprometido en lo que se refiere al tema ecológico debería darse de la misma manera.
Cuando sembramos un árbol y descubrimos con el tiempo que su troco está creciendo chueco, le colocamos una horqueta para enderezarlo, así como cuando un hijo se va de lado se le corrige inmediatamente. Si una planta no crece se le abona; si un hijo no crece espiritualmente se le ama y se le pone más atención. Si a una planta le cae una plaga se le cuida y se le quita lo que le impide desarrollarse; si un hijo por diversas circunstancias cae en vicios o conductas tóxicas, se le atiende a tiempo, se le cuida amorosamente y se le llama la atención.
Y, lo más importante: así como protegemos a nuestros hijos para que vivan felices por mucho tiempo, deberíamos comportarnos de la misma forma con nuestro planeta, como un padre responsable, siempre constructivo y nunca destructivo, que sabe el valor del tesoro que tiene bajo su cuidado y hace todo lo posible para conservarlo.
Categorías:Sin categoría