Todos los días la vida te da la oportunidad de escribir, corregir y mejorar tu historia… ¡sé sabio y aprovecha esta oportunidad!
LAURA GABRIELA FABRE / psicóloga clínica
Cada vez que escuchas algo acerca de tu imagen por lo general piensas que ese comentario se refiere a algo físico: tu cuerpo, tu vestimenta o tus modales. Pero tu imagen no sólo se basa en esas cosas, que por lo demás son verdaderamente importantes: también se finca en tu comportamiento, tu actitud hacia la vida y tu entusiasmo. ¡No sólo eres el montón de marcas que usas, el gym que moldea tu cuerpo o los alimentos sanos que consumes! Eres un ser humano con experiencias, con sentimientos y con varias intrincaciones.
Las intrincaciones son aquellos nudos que la vida te va colocando de vez en cuando para que los resuelvas y eso te haga dar lo que los terapeutas consteladores llamamos un salto cuántico: entre más capaz seas de resolver esas situaciones, más en tu fuerza vas a estar, más energía vas a tener y más en la vida te vas a colocar.
Las situaciones difíciles, las crisis o los problemas van de la mano con la vida y nos ayudan muchísimo a transformarnos en ser mejores seres humanos, más amorosos y tal vez mucho más compresivos, y también nos sirven para estar en un estado más adulto y ser capaces de aceptar incondicionalmente lo que la vida nos depara.
Sería muy bueno preguntarnos qué nos hace más atractivos ante los demás: un cuerpo perfecto o una actitud madura ante la vida; no niego la importancia de lo primero, pero la segunda también es vital para la construcción de una imagen. Casi siempre una actitud pesimista o de derrota aleja de nosotros a los demás, por más bien vestidos que estemos; en cambio, nos volvemos muchísimo más atractivos cuando estamos en nuestro estado adulto dándole un sí a la vida, y tenemos la oportunidad de sumar relaciones en lugar de restarlas.
Las constelaciones familiares: una herramienta para trabajar en tu imagen
Las constelaciones familiares te brindan la oportunidad de trabajar en todos aquellos aspectos que puedes corregir, que quieres resolver o (¡lo más importante!) que debes aceptar incondicionalmente. No cambian lo exterior ni cambian a nadie: se tratan de una técnica inventada por el maestro Bert Hellinger para que te coloques en una postura de honra y gratitud ante la vida, con todo lo que hay y con todo lo que no hay, con lo que te gusta y con lo que rechazas y su efecto es realmente maravilloso y sanador, ya que actúa para ti y dentro de ti… ¡de eso trata realmente el acto de embellecer tu imagen! Y créeme, eso no se puede ocultar, ya que entre más te encuentras ante el flujo de la vida la tratas con mayor respeto y entusiasmo, lo que se notará en tu salud, en tus ojos, en tu sonrisa y en tu alma.
Las constelaciones sirven para muchísimas cosas (yo diría que para todo), pero en esencia son un trabajo interno de profunda meditación que realiza cambios extraordinarios en las personas. Lo anterior no sucede porque cambien las situaciones exteriores, ya que esa no es su finalidad, sino porque otorgan la oportunidad de un trabajo interior que da como beneficio un estado de madurez. Y si me lo preguntas, no creo que haya nada que nos vuelva más atractivos que esa postura de solución en la que uno mismo se encuentra muy alejado de un estado de víctima o de una postura de perpetrador.
¡En fin! Como podrás darte cuenta, las constelaciones familiares son una valiosa herramienta para mostrar una excelente imagen de ti…
Categorías:Sin categoría