Explicó que el niño aprende desde pequeño que el que a veces se sienta mal no es malo, que a veces está bien no estar bien.

Revista Más Sana

Las mamás también se equivocan, el reto está en saber reconocerlo ante sus hijos. la psicóloga clínica, Lupita Blanco, da una serie de recomendaciones para que este proceso sea exitoso.

Entrevistada por Eduardo Covián en el programa Más Sana Live, explicó que se debe dejar de lado el orgullo, y decir directamente: «lo siento, me equivoqué», sin importar que haya ocurrido hace 5 minutos o hace cinco años.

Dijo que las hijas e hijos valoran enormemente estos gestos, incluso, en la mayoría de los casos, dicen perdonar al momento, e incluso mostrar su apoyo a sus mamás, con lo que se termina la rivalidad y se da paso a la comprensión.

En el caso de las y los pequeños, es necesario que la mamá se agache y se ponga a la misma altura, para explicar que es humana, y que en ocasiones no se siente del todo bien, lo que puede provocar ciertos malentendidos.

«Le das un abrazo y el niño aprende desde pequeño que el que a veces se sienta mal no es malo, que a veces está bien no estar bien, porque es cuando encontramos las herramientas para salir adelante; lo más importante es que encuentren a una persona que nos está conteniendo y nos está ayudando a salir adelante», expresó.

En ese sentido, dijo que hay tres pasos para que una madre se disculpe con sus hijos:

Reconocer: «Lo siento, me equivoqué».

Discúlpame: «Voy a tratar de mejorar».

Platicarlo: ¿Qué puedo hacer por ti?»

Por último, destacó la importancia de este proceso porque lo que no se sana, se repite, y lo que no se perdona o se critica, le sucede a uno, porque la vida lo pone de vuelta para que uno entienda.

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