
- El diseño del espacio público en Puebla incentiva la violencia vial en contra las personas más vulnerables usuarias de la vía pública.
* Lydia Gamboa
En el 2017, el INEGI y la Secretaría de Salud reportaron que 3 infantes mueren diariamente a causa de un siniestro vial en México. Desde ese año en nuestro país los siniestros viales son la primera causa de muerte de niñas y niños de entre 5 y 14 años de edad. En Puebla, del 2010 al 2019 murieron 620 niñas y niños por la misma causa. Normalmente creemos que estas muertes son el resultado del azar o, en el peor de los casos, pensamos que la responsabilidad es de la madre por no cuidar bien del niño o de la niña. Asignar la responsabilidad a la víctima es una de las explicaciones más comunes en México, de modo que lamentablemente revictimizamos a las niñas y a los niños, o a las personas que han sufrido la muerte de sus propias hijas e hijos.
Pero todas las muertes de infantes son prevenibles, y una parte de ellas son prevenibles si observamos que la gran mayoría de los siniestros viales se deben al hecho de que las calles en México y en Puebla han sido diseñadas para que los vehículos automotores transiten a gran velocidad por ellas. Pensemos en los mal llamados “puentes peatonales”, que incentivan conducir a gran velocidad por las calles ya que han sido colocados para que los conductores no se detengan a permitir el paso de peatones, o bien, pensemos en las avenidas de dos carriles que admiten que los conductores rebasen por el carril izquierdo aun cuando estas calles se encuentren frente a un hospital o una escuela. Si reducimos las velocidades de los vehículos en las calles reduciremos el número de muertes de niñas y niños. Necesitamos entornos más seguros para las infancias.
Si el espacio público en Puebla fuese diseñado para las infancias, las calles tendrían banquetas más amplias y arboladas, los cruces serían más cortos y los semáforos cambiarían de color dependiendo del tiempo que necesitaran las niñas y los niños para cruzar una calle, habría más parques y más juegos. Pero no es así, el diseño del espacio público en Puebla incentiva la violencia vial en contra las personas más vulnerables usuarias de la vía pública. El día de las niñas y de los niños seguirá siendo solo una fecha simbólica si los adultos que diseñan el espacio público en nuestras ciudades sin considerar la seguridad de las infancias. Necesitamos escucharlas y aplicar políticas públicas consecuentes.
*Miembro fundador del colectivo
Espacio Público Filosofía y Letras
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