Hay personas extraordinarias que a veces pasan desapercibidas por muchos motivos, y en el caso de Ashley seguramente es porque practica una disciplina deportiva no muy popular en nuestro país, pero que le ha permitido brillar internacionalmente.
Todo comenzó con una afición infantil que ahora, a sus 19 años, ya se ha convertido en una pasión que vive con férrea disciplina y le ha dado todo tipo de satisfacciones. Después de conquistar el subcampeonato nacional, está a punto de viajar a Perú para disputar el Campeonato Panamericano Juvenil de Esgrima, y está dentro del selecto grupo de 24 atletas mexicanos de alto rendimiento.
A diferencia de muchos jóvenes que se encuentran bastante desorientados en este escenario pandémico, Ashley no ha tenido tiempo para abandonarse a la depresión o ansiedad, porque compagina sus duros entrenamientos con sus estudios de Ingeniería Química en la BUAP, donde mantiene un excelente promedio. La clave para lograrlo fue adaptarse a las circunstancias especiales que enfrentó cuando, de estar entrenando al más alto rendimiento, fue enviada a su casa al inicio de la pandemia.

El desconcierto inicial dio paso a una difícil asimilación de las nuevas circunstancias, y a encontrar los medios para retomar sus planes de triunfo en el esgrima, con la invaluable ayuda de sus padres y hermanos, además de la oportuna asesoría de una psicóloga que la ayudó a reconectarse con lo que había logrado desde muy pequeña.
El panorama futuro luce muy prometedor para esta chica que ha logrado superar las barreras internas y externas que ha encontrado en su camino, y está lista para seguir escalando peldaños en una disciplina deportiva muy difícil, que suele estar dominada por representantes de otras latitudes. Te invitamos a conocer su increíble experiencia en la entrevista completa que le concedió a nuestra directora general, Erika Rivero.
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