Empresaria, ama de casa, mamá, política, pareja, amante de la música… ¿se puede tener todo? Genoveva Huerta responde con un categórico “sí”. Aquí las “reglas de oro” de una mujer que no deja nada para el “después”.
Érika Rivero Almazán / DIRECTORA DE MÁS SANA
Fotografía: Rodolfo Carvajal
¿Cuáles son las reglas de oro de Genoveva Huerta Villegas, presidenta del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional (PAN) en el Estado de Puebla?
En la política, la honestidad.
“Siempre ser honestos con nuestras causas y valores, para poder sentarte y platicar con todos sin necesidad de colocarte máscaras. Tarde o temprano la falsedad y la mentira arruinan cualquier relación, incluyendo la política. En una negociación siempre hay que cumplir los acuerdos”.
En el PAN, la solidaridad.
“Poner en primer lugar no lo que a ti te conviene o te es cómodo, sino lo que el otro necesita. El pensar en los demás es uno de los principios fundamentales de mi partido”.
En una relación de pareja, la comunicación y fuerza de voluntad.
“Se da mucho que ni los hombres ni las mujeres expresan realmente lo que quieren de una relación… ¡hay que decir lo que pensamos! Hoy es muy fácil aventar la toalla, pero cuando hay comunicación, voluntad y amor, se puede ir juntos y de la mano en un mismo sentido”.
En la relación con los hijos, amor con disciplina y valores; en la relación conmigo misma, quererme mucho.
“Cometemos el error de desbordarnos por los demás, cuando primero debemos amarnos a nosotras mismas. Nadie da lo que no tiene, y si queremos darle amor a los demás, debemos empezar por dárnoslo”.
En un partido de oposición, contrastar la ideología de nación.
“Los partidos tienen visiones diferentes de cómo hacer las cosas. No es una guerra, pero suelo contrastar los principios de Acción Nacional con los de los demás. Estoy convencida de las convicciones de mi partido”.
En la música, el disfrute.
“Amo y disfruto mucho la música; nunca me pesó estudiarla ocho horas diarias, o asistir a infinidad de conciertos. El ejecutarla o tan sólo escucharla me sana”.
En la vida, la pasión.
“Nada tiene más poder, pues te hace perseverar para alcanzar tus más anhelados sueños y aterrizarlos en una realidad”.
En la infancia, estudiar.
“La herencia de mi familia es el estudio. Yo adoraba a mi papá, aunque él era muy seco. Recuerdo muy bien que me decía: ‘a mí no me abraces, no me llenes de besos; a mí tráeme dieces y con eso me demuestras que me quieres’. Cuando escuchas eso a los 6 años, lo sigues al pie de la letra. En vacaciones estudiaba y estudiaba. Nada de juegos o de ver televisión. Fue duro para mí, pero ahora lo entiendo. El éxito implica soñar mucho, dormir poco y trabajar mucho”.
En un proceso electoral, la enorme responsabilidad de decir la verdad.
“Si eres candidato debes ser muy honesto contigo mismo y con los demás. Contigo misma, para reconocer si eres apto para el puesto; con los demás, cumplir lo que estás prometiendo”.
En la construcción de un futuro político, la lealtad.
“Al partido y al equipo, en las buenas y en las malas”.
“A mi manera”
La mejor enseñanza que le quieres dejar tus hijos: “Que la constancia siempre tiene buenos resultados, aunque a lo mejor no los veas pronto”.
Tu mayor éxito: “Lograr que mi hijo sonría”.
Lo que más disfrutas de la vida: “El tiempo con mi familia”.
Tus rincones preferidos: “En Puebla, el lugar que más disfruto es mi casa. De México, Bacalar… ¡es hermoso! Del mundo, cualquier región de Italia.
Tu sueño dorado: “Que todos los niños supieran tocar un instrumento, que todas las primarias tuvieran su propia orquesta”.
¿Te enoja…?: “La mentira”.
¿Te entristece…?: “Ver que un niño perdió el brillo en sus ojos.
¿Tu canción preferida? “A mi manera”.
EN LA TOMA DE DECISIONES
¿Quién es el político que más admiras, y por qué?
“A Rafael Moreno Valle, porque gracias a él conocí que la constancia en el trabajo es lo que te permite llegar. Me parece que era un hombre sumamente trabajador, con una gran visión, que siempre cumplía los acuerdos y que te daba las oportunidades si trabajabas. Fue un excelente político que marcó mi vida y la de muchísimas personas. Transformó a Puebla”.
Lo más difícil en tu carrera política…
“En 2014 me invitaron a formar parte de la campaña interna en la renovación del Comité Ejecutivo Nacional, y para ello debía irme a vivir por un tiempo a Quintana Roo, un estado que yo ni conocía. Dejé absolutamente todo, pero eso me permitió demostrarme que podía trabajar en política fuera de Puebla”.
¿Como empresaria?
“Seguir creciendo y enfrentar siempre las mismas dudas: ¿mi producto es bueno?, ¿puede ser mejor?, ¿cómo lo mejoro? Uno quiere crecer y para eso se necesita invertir. Yo empecé con escuelas de música, y la primera fue pequeña. A los dos años supe que nos podía ir mucho mejor la hacíamos más grande y la franquiciábamos. Eso implicaba dejar de ser la única dueña y aceptar a socios. Compartir a ‘mi hijo’ fue lo más complicado para mí”.
¿Y como mujer?
“Tener a mi hijo. Lo tuve a los 35 años. No tenía en mente ser madre. Mi historia de vida siempre fue trabajar y estudiar. Fue muy complicado, pero fue la mejor decisión de mi vida”.
Categorías:Sin categoría