Generemos una cultura de auto cuidado personal, familiar y patrimonial, que en la medida de lo posible atenúe los embates de la naturaleza.

MARY PAZ HERRERA / Coach en Bienestar y Negocios

En septiembre de 2017 en México vivimos una tremenda experiencia que nuevamente demostró el corazón, la valentía y solidaridad del pueblo, a través de cadenas humana de ayuda física y acopio de todo lo necesario para permitir la sobrevivencia humana. ¡Qué orgullo ser mexicanos!

No obstante, un pendiente para la mayoría de las familias es tener una estrategia clara para que, en la medida de lo posible, mantengamos la integridad de la familia a salvo, así como el orden en los documentos importantes que nos ayudarán a identificarnos y a salvaguardar nuestro patrimonio. A continuación, algunos puntos importantes a considerar, según un documento de Protección Civil:

1. Elabora una ficha con los datos de identificación familiar. Incluye en ella: fotografías, nombres, edades, grupos sanguíneos, y especifica enfermedades como diabetes o hipertensión, así como si alguno es alérgico a algo o toma algún medicamento. También incluye datos de las mascotas: nombre, raza, género y número de registro.
2. Desarrolla un plan familiar de protección civil. Detecta y reduce riesgos al interior y exterior de la vivienda, señala rutas de evacuación y ubica un punto de encuentro en caso de contingencias. Ten a la mano los teléfonos de emergencia y ubica las estaciones de policía y bomberos, hospitales y albergues más cercanos.
3. ¡Actúa! En caso de que se presente alguna emergencia, debemos estar listos para actuar y saber qué tiene que hacer cada integrante de la familia, estemos juntos o no. Si escuchas la alerta sísmica, cuentas con algunos segundos para ubicarte en una zona de menor riesgo, y ten a la mano los documentos importantes en una bolsa hermética.
4. Realiza simulacros. Una vez que toda la familia conozca las ubicaciones de las zonas de menor riesgo, rutas de evacuación y cómo reaccionar en caso de emergencia, es necesario que realicen simulacros que les servirán para reforzar y mejorar los protocolos de actuación y corregir los errores que comúnmente se cometen. Entre todos fijen responsabilidades a cada miembro de la familia.

1. Integra una carpeta con los siguientes documentos: actas de nacimiento, comprobante de domicilio, credenciales con fotografía (INE, licencia, etc.), CURP, certificados de estudios, facturas de tus bienes materiales (casa, automóvil, etc.), estados de cuentas bancarias y tarjetas de crédito, actas constitutivas, acta de matrimonio o divorcio, cartillas de vacunación, carnets de salud, membresías de clubes, todo aquello que represente un bien o propiedad, pólizas de seguros (de vida, gastos médicos, servicios funerarios, etc.). De ser posible escanéalos y almacénalos en una USB que siempre lleves contigo, envíalos a tu correo electrónico o almacénalos en un disco duro virtual.
2. Ten a la mano un botiquín de primeros auxilios, con: medicamentos para un tratamiento específico, termómetro, yodo, curitas, alcohol, guantes de látex, antisépticos, algodón, gasas, cinta adhesiva, cubrebocas, toallas sanitarias y vendas elásticas.
3. Prepara una “maleta de vida”, con: teléfonos de emergencia, lentes de repuesto, plan de protección familiar, documentos de identidad, linterna y radio con pilas, silbatos, una muda de ropa, franela, alimentos no perecederos, duplicado de llaves, alimentos para bebé y para mascotas, libreta, pluma y pañales.
4. Pasos para realizar una llamada de emergencia. Describe claramente qué fue lo que pasó, cuántas personas involucradas ves, qué lesiones aparentes observas, y da tu nombre completo y tu ubicación lo más precisamente posible, citando algún punto de referencia (parque, banco, etc.). No cuelgues hasta que te lo indique la persona que esté atendiendo tu llamada.