Ivonne Sánchez Munive / TERAPEUTA CERTIFICADA DE AURA-SOMA

La muerte no es algo que se supere, es algo que se acepta. Quizá no encontremos la salida en mucho tiempo, pero hay algo que ni siquiera la muerte puede romper: el amor. Aunque ya no podamos ver a la otra persona, siempre podremos cerrar nuestros ojos para recordarle, para decirle desde nuestro corazón que le echamos de menos, que le amamos, que nos perdone, que nos abrace. Y desde ahí nacen los verdaderos consuelos: desde la eternidad de un sentimiento, y no desde lo efímero de una vida mortal.

Abraza tu dolor. Seguramente el tiempo, como gran maestro, te mostrará el camino a la sanación de tu alma, porque tú no necesitas un cuerpo que ver o tocar, sólo necesitas un alma que sentir.

Para ayudarte en este difícil proceso existe un sistema amoroso, la terapia de pluma de luz de Aura-Soma, que trabaja en el aura del paciente, sin tocarlo físicamente, por medio de una lamparita a la que se pueden ajustar distintas combinaciones de ampolletas de colores que contienen una mezcla de homeopatía, esencias florales y gemas y aceites esenciales.

Estas maravillosas ampolletas tienen una vibración especial y sutil, y un terapeuta experimentado es capaz de elegir las adecuadas y luego encontrar los puntos exactos en el aura del paciente donde aplicarlas, para retirar los nudos, las raspaduras, las lastimaduras, los “molotes” de energía, los traumas y muchos bloqueos más.