Sin categoría

EDITORIAL: «Para Aceptar al Otro»

Para aceptar al otro

Aceptar implica desafiar nuestro orgullo y renunciar a victimizarnos.

ÉRIKA RIVERO ALMAZÁN / EDITORA DE MÁS SANA

Friendship

Para aceptar al otro, hay que aceptarse así mismo. Resulta así de fácil.

Por eso, si hay alguien que su sólo presencia te incomode, al grado de huir del lugar en donde coincidieron, de no resistirte para expresarte mal de ella, de no soportarla ni en tus sueños, de sentir en las entrañas un retortijón cuando ves su foto en las redes sociales… entonces no has sido capaz de aceptarte a ti mismo tal cual eres, con cada uno de tus defectos.

El peligro mayor reside en que si no te aceptas, tampoco sientes el más mínimo aprecio por ti.  Y entonces, la premisa mayor se cumple: si no te quieres, mucho menos podrás experimentar amor por alguien más.

Nadie da lo que no tiene. La vida se vuelve difícil, dolorosa y vacía. De ahí que resulte vital aprender a aceptar a los demás: es el mejor regalo que nos podemos dar.

Y cuando hablamos de “aceptar” nos referimos principalmente a aquellos que creemos que nos hicieron daño, que nos hirieron.

Por supuesto que es sano alejarnos un tiempo, esperar a sanar las heridas, a “perdonar”, pero es inadmisible vivir con el recuerdo amargo, con el rencor acumulado.

Aceptar al otro no resulta sencillo la mayoría de las veces. Es un reto. Es desafiar nuestra soberbia, orgullo y renunciar a victimizarnos. Es reconocernos imperfectos, y que en un momento dado también hicimos o podemos hacer tanto daño, con o sin intención. Por eso mismo, nos gustaría recibir una absolución.

La reconciliación es maravillosa, pero en el campo de lo real, a veces es necesario por nuestra propia salud, borrar a esa persona de nuestro destino, pero no sin antes haberle deseado un buen viaje.

Sólo así llegas a disfrutar de una verdadera paz. Y a conocer el significado del verdadero amor.

Categorías:Sin categoría

Etiquetado como:

Deja un comentario