“Frankenstein” es, en última instancia, una reflexión sobre la humanidad que nace del horror, una obra donde Del Toro logra convertir al monstruo en espejo de la compasión y la pérdida.

Revista Más Sana

Después de décadas de sueños, bocetos y promesas, Guillermo del Toro finalmente estrena su versión de “Frankenstein”, una de las películas más personales de su carrera. El filme llegó a Netflix el 7 de noviembre de 2025, tras un estreno limitado en cines y un exitoso paso por el Festival de Venecia, donde fue aclamado por su deslumbrante estética y su emotiva reinterpretación del clásico de Mary Shelley.

Con una duración de 149 minutos y clasificación R, “Frankenstein” combina el terror gótico, la ciencia ficción y el drama existencial en una historia donde la monstruosidad y la ternura conviven. Del Toro —ganador del Óscar por La forma del agua— convierte la narrativa en una meditación sobre la paternidad fallida, la soledad del creador y la incomprensión de la diferencia.

Un elenco poderoso

La cinta reúne a un elenco de lujo encabezado por Oscar Isaac como Víctor Frankenstein, Jacob Elordi como la Criatura (en sustitución de Andrew Garfield) y Mia Goth como Elizabeth Lavenza. A ellos se suman Christoph Waltz, Charles Dance y Felix Kammerer, completando una alineación que equilibra fuerza interpretativa y sensibilidad.

Un homenaje visual al cine clásico

La crítica especializada ha destacado la maestría visual del filme: su diseño de producción artesanal, los tonos sombríos y la composición pictórica de cada plano evocan al cine expresionista y las películas de monstruos de la Universal. En palabras de Del Toro, “es una carta de amor al monstruo que todos llevamos dentro”.

Recepción crítica: belleza y debate

El estreno mundial en Venecia generó ovaciones y análisis divididos. Medios internacionales celebraron la actuación conmovedora de Elordi, descrita como “una criatura trágica, más humana que su creador”. Otros señalaron que el guion es excesivamente explícito al explicar emociones como la culpa y el rechazo, restando espacio al misterio. Sin embargo, coinciden en que la dirección y el arte de Del Toro hacen de la película una experiencia visual y emocionalmente absorbente.

“Frankenstein” es, en última instancia, una reflexión sobre la humanidad que nace del horror, una obra donde Del Toro logra convertir al monstruo en espejo de la compasión y la pérdida.

Con este estreno, Netflix refuerza su apuesta por el cine de autor y Guillermo del Toro firma, una vez más, una obra monumental que combina lo gótico con lo profundamente humano.