Para superar el “migajerismo”, los psicólogos recomiendan fortalecer la autoestima, establecer límites claros en las relaciones y reconocer el valor propio.

Redacción Más Sana

En la era de las redes sociales y las relaciones rápidas, ha surgido un término que describe un patrón emocional preocupante: ser “migajero”. Este concepto se refiere a aquellas personas que, conscientes o no, se conforman con pequeñas dosis de afecto, atención o reconocimiento, aun cuando merecen algo más completo o sustancial.

Especialistas en psicología señalan que el fenómeno tiene raíces en la autoestima y en experiencias afectivas tempranas. “Ser migajero no es solo aceptar poco, sino internalizar que eso es todo lo que uno merece”, explica la psicóloga Mariana López. Esto puede reflejarse en relaciones románticas, amistosas o incluso en el ámbito laboral, donde se valoran gestos mínimos por encima de un reconocimiento auténtico y sostenido.

Las redes sociales potencian este comportamiento, pues la validación instantánea —likes, comentarios, mensajes breves— puede convertirse en un sustituto de vínculos más profundos. Según expertos, la gratificación momentánea refuerza la aceptación de “migajas” emocionales y dificulta la búsqueda de relaciones significativas.

El fenómeno no es necesariamente pasivo; algunos individuos eligen conscientemente aceptar afecto limitado para evitar conflictos, rechazo o soledad. Sin embargo, los especialistas advierten que perpetuar esta conducta puede derivar en frustración, ansiedad y patrones de dependencia emocional.

Para superar el “migajerismo”, los psicólogos recomiendan fortalecer la autoestima, establecer límites claros en las relaciones y reconocer el valor propio. “Aprender a exigir afecto y atención plena no es egoísmo; es una forma de cuidar la salud emocional”, asegura López.

En un mundo donde la interacción se mide en notificaciones, reflexionar sobre cómo se reciben y se buscan los afectos puede ser el primer paso para dejar de conformarse con migajas y aspirar a vínculos más sólidos y satisfactorios.