Psicólogos y especialistas en bienestar enfatizan la importancia de mantener vínculos reales y desarrollar redes de apoyo humano, usando la tecnología como complemento, no reemplazo, de la interacción social.

Redacción Más Sana

El avance de la inteligencia artificial ha transformado la manera en que las personas interactúan, pero también abre una nueva preocupación: la dependencia emocional de asistentes virtuales y chatbots. Algunas personas recurren a estas herramientas en busca de compañía, afecto o consejos, sustituyendo interacciones humanas por respuestas programadas.

Expertos advierten que esta sustitución puede tener consecuencias negativas para la salud mental. La dependencia de la IA para apoyo emocional está vinculada con mayores niveles de ansiedad, depresión y aislamiento social, ya que las máquinas carecen de la complejidad y empatía que caracterizan las relaciones humanas.

Culturalmente, esta tendencia refleja una sociedad cada vez más conectada digitalmente, pero desconectada emocionalmente. Psicólogos y especialistas en bienestar enfatizan la importancia de mantener vínculos reales y desarrollar redes de apoyo humano, usando la tecnología como complemento, no reemplazo, de la interacción social.

El desafío actual es aprender a equilibrar la conveniencia de la IA con la necesidad humana de contacto, empatía y afecto genuino, para evitar que la soledad digital se convierta en un problema de salud pública.