Algunas empresas han comenzado a implementar programas de bienestar laboral que incluyen pausas activas, asesoría psicológica y horarios flexibles para prevenir el burnout.

Redacción Más Sana

El burnout o síndrome de desgaste profesional es un fenómeno creciente entre personas de 30 a 40 años, quienes enfrentan altos niveles de estrés laboral, presión social y responsabilidades familiares. Este desgaste puede derivar en fatiga crónica, pérdida de motivación y problemas de salud mental y física.

Entre los signos más comunes se encuentran la falta de energía constante, irritabilidad, dificultad para concentrarse, insomnio y sensación de fracaso o insuficiencia. Los expertos advierten que ignorar estas señales puede afectar tanto la vida profesional como personal.

Para recuperarse, los especialistas recomiendan establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal, practicar ejercicio regularmente, mantener una alimentación equilibrada y buscar apoyo psicológico cuando sea necesario. Técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda y la desconexión digital también han demostrado ser efectivas.

Además, algunas empresas han comenzado a implementar programas de bienestar laboral que incluyen pausas activas, asesoría psicológica y horarios flexibles para prevenir el burnout.

Reconocer los síntomas y tomar medidas oportunas es clave para recuperar la energía y el bienestar, permitiendo que las personas en sus treintaytantos puedan retomar el equilibrio entre sus responsabilidades y su salud emocional.