
En la era de las relaciones virtuales, una práctica ha cobrado fuerza y también ha dejado cicatrices emocionales: el ghosting, término que describe cuando alguien corta de manera repentina y sin explicación toda comunicación con otra persona.
¿Qué es el ghosting?
El fenómeno, que se popularizó con el auge de las aplicaciones de citas, consiste en desaparecer sin previo aviso, ignorando mensajes, llamadas y cualquier intento de contacto. Aunque suele asociarse a relaciones románticas, también ocurre en amistades, vínculos laborales y hasta familiares.
Impacto emocional
Diversos psicólogos advierten que el ghosting puede generar efectos similares al duelo. La persona que lo experimenta suele enfrentarse a ansiedad, baja autoestima, frustración y sentimientos de abandono. La ausencia de explicaciones dificulta el cierre emocional y prolonga el malestar.
La otra cara: ¿por qué se recurre al ghosting?
Quienes lo practican muchas veces lo hacen como una forma de evitar el conflicto. Sin embargo, expertos en comunicación afirman que esta estrategia refleja una dificultad para gestionar emociones y establecer límites de manera asertiva.
Cómo sanar y prevenir
Para afrontar las secuelas del ghosting, especialistas recomiendan:
- Aceptar la falta de control: entender que la decisión del otro no define el valor propio.
- Expresar emociones: hablar con amigos o acudir a terapia ayuda a procesar la experiencia.
- Fortalecer la autoestima: cultivar la autocompasión y reconocer logros personales.
- Promover la comunicación directa: en futuras relaciones, priorizar la honestidad y los límites claros.
Un reto de la era digital
El ghosting es, en gran parte, producto de la inmediatez y el anonimato que ofrecen las plataformas digitales. Sin embargo, expertos llaman a fomentar una cultura de respeto y empatía en la comunicación.
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