https://platform.twitter.com/widgets.js🧠 ¿Creías que las bibliotecas eran cosa del pasado?
— Revista Más Sana (@revistamassana) July 16, 2025
Mira la Biblioteca de Birmingham: una de las más grandes de Europa.
Diseño moderno, espacios verdes, salas de estudio y acceso público al conocimiento.
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En una era dominada por lo digital, donde los libros físicos y los espacios de lectura parecieran estar en retirada, la Biblioteca de Birmingham se alza como un poderoso recordatorio de que la cultura, el conocimiento y la inclusión siguen teniendo un lugar —y uno muy relevante— en la vida pública.
Inaugurada en 2013, esta biblioteca ubicada en el corazón del Reino Unido no solo es una de las más grandes de Europa, sino también una de las más innovadoras. Su diseño moderno, obra del estudio Mecanoo, llama la atención desde el exterior: una estructura de anillos metálicos entrelazados que simbolizan la conexión entre saberes, generaciones y comunidades.
Pero más allá de su imponente arquitectura, la Biblioteca de Birmingham ofrece algo aún más valioso: un espacio abierto y gratuito que promueve el acceso al conocimiento sin distinción. Con más de un millón de libros, salas de estudio, espacios multimedia, zonas infantiles y áreas verdes para la lectura al aire libre, este recinto es ejemplo de cómo una biblioteca puede transformarse en un centro cultural vivo y vibrante.
Lo que alguna vez se pensó como un modelo en extinción, aquí se reinventa. La biblioteca recibe a más de tres millones de visitantes al año, aloja eventos comunitarios, exposiciones artísticas, presentaciones de libros y hasta programas de alfabetización digital.
En tiempos donde el debate sobre el presupuesto público suele dejar en segundo plano a la cultura, este proyecto es una muestra contundente de que invertir en espacios de conocimiento es apostar por el futuro. En lugar de ver a las bibliotecas como reliquias, la de Birmingham las devuelve al centro de la vida ciudadana, adaptándolas a los retos del siglo XXI.
Así que no, las bibliotecas no son cosa del pasado. Al menos no en Birmingham, donde el libro, la comunidad y la innovación conviven bajo el mismo techo.
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