Sin categoría

Salud mental: ¿qué pasa cuando no puedes pagar terapia?

Más allá del factor económico, persiste un obstáculo silencioso: el estigma social.

Redacción Más Sana

En un país donde el estrés, la ansiedad y la depresión afectan a millones, hablar de salud mental ya no es un lujo, sino una urgencia. Sin embargo, para muchos mexicanos, acceder a terapia psicológica sigue siendo un privilegio, no un derecho garantizado. El costo económico, el estigma social y la falta de políticas públicas robustas dificultan que este servicio esencial llegue a quienes más lo necesitan.

El costo de cuidar la mente

Según especialistas en salud mental, una sesión de terapia psicológica en México puede costar entre 400 y 1,500 pesos, dependiendo de la ciudad, el enfoque terapéutico y la experiencia del profesional. Para quienes ganan el salario mínimo —que ronda los 7,500 pesos mensuales— destinar una parte significativa del ingreso a sesiones semanales se vuelve casi imposible.

Esto deja fuera del sistema de atención a personas que, en muchos casos, enfrentan situaciones de violencia, crisis económicas o padecimientos mentales no diagnosticados, sin recursos para buscar ayuda profesional.

¿Hay alternativas accesibles?

A pesar de las barreras, existen opciones que permiten acceder a atención psicológica con costos reducidos o incluso de forma gratuita:

  • Universidades públicas como la BUAP, UNAM y UAM ofrecen servicios de psicología a bajo costo, con atención brindada por estudiantes de últimos semestres, siempre bajo supervisión clínica.
  • Instituciones de salud públicas como el IMSS, ISSSTE y la Secretaría de Salud cuentan con servicios psicológicos, aunque suelen tener alta demanda y listas de espera prolongadas.
  • Líneas de ayuda emocional, como SAPTEL (de la UNAM) o La Línea de la Vida (800 911 2000), ofrecen orientación gratuita, ideal para momentos de crisis o primeros auxilios psicológicos.
  • Terapia en línea, una modalidad en crecimiento, ha permitido que muchos profesionales reduzcan costos y flexibilicen tarifas. En plataformas digitales, ya es posible encontrar sesiones desde 200 pesos.

Romper el estigma, otro paso necesario

Más allá del factor económico, persiste un obstáculo silencioso: el estigma social. Aún hoy, muchas personas creen que acudir al psicólogo es sinónimo de debilidad o enfermedad grave. Esta visión no solo retrasa la búsqueda de ayuda, sino que agrava los síntomas y deteriora la calidad de vida.

“La salud mental es tan importante como la salud física. No se trata de estar loco o cuerdo, sino de tener herramientas para manejar lo que sentimos”, explica la psicóloga clínica Diana Velasco.

El reto para el Estado

Organismos internacionales como la OMS y UNICEF han insistido en que los gobiernos deben invertir en salud mental como parte de sus políticas públicas prioritarias. En México, los esfuerzos son aún limitados: falta infraestructura, presupuesto suficiente y campañas de concientización que normalicen el autocuidado emocional.

Frente a un entorno cada vez más demandante, el acceso equitativo a servicios de salud mental no debería ser un privilegio, sino una realidad garantizada. Y mientras eso llega, buscar ayuda —aún con recursos limitados— puede marcar la diferencia.

Categorías:Sin categoría

Etiquetado como:,

Deja un comentario