En redes sociales, su imagen relajada y sociable ha generado miles de memes, ilustraciones y videos virales.

Redacción Más Sana

Cada 10 de julio, comunidades ecológicas, activistas ambientales y miles de usuarios de redes sociales celebran el Día de Apreciación del Capibara, una efeméride no oficial que ha cruzado fronteras y se ha convertido en un fenómeno cultural en América Latina y otras regiones del mundo.

Un gigante sereno y sociable

Originario de Sudamérica, el capibara (Hydrochoerus hydrochaeris) es el roedor más grande del planeta, capaz de superar el metro de longitud y alcanzar los 65 kilos de peso. Vive en grupos cerca de cuerpos de agua —ríos, lagunas, humedales— y se desplaza con sorprendente agilidad gracias a sus patas palmeadas.

Su carácter tranquilo, altamente sociable y libre de agresividad lo ha convertido en símbolo de armonía natural. No solo convive con otros de su especie: a menudo se le puede ver compartiendo espacio con aves, monos e incluso caimanes, generando postales únicas de la biodiversidad sudamericana.

Mucho más que una cara simpática

Detrás de su imagen apacible, el capibara desempeña un papel crucial en los ecosistemas acuáticos. Entre sus funciones ecológicas destacan:

• La dispersión de semillas, que favorece la regeneración vegetal.
• El control del crecimiento de plantas ribereñas, al alimentarse de ellas.
• La interacción con otras especies, al ofrecer refugio y compañía.

Sin embargo, su población enfrenta amenazas crecientes: caza ilegal, pérdida de hábitat por expansión urbana y contaminación de cuerpos de agua. Estas presiones han motivado campañas de conservación en países como Colombia, Brasil, Argentina y Perú.

De los humedales a las redes sociales

Conocido como carpincho, chigüiro, capivara o ronsoco, según la región, el capibara ha trascendido su hábitat natural para convertirse en un ícono digital de la calma y la convivencia. En plataformas como TikTok, X e Instagram, su imagen relajada y afable ha inspirado memes, animaciones, canciones y videos virales, en los que aparece acompañado de patos, tomando el sol o simplemente disfrutando de un baño.

Este boom en redes ha sido aprovechado por organizaciones ambientales para concientizar sobre su importancia ecológica y promover el respeto por la fauna silvestre.

Una fecha para conocerlo y protegerlo

Cada 10 de julio, en zoológicos, escuelas, reservas naturales y plataformas digitales, se organizan actividades educativas, charlas y contenidos interactivos dedicados al capibara. El objetivo no es solo celebrar su ternura, sino recordar su valor como especie clave en el equilibrio natural y la necesidad urgente de proteger los ecosistemas que habita.

Porque el capibara no es solo el “rey del relax” en internet: es también un símbolo vivo de la biodiversidad que vale la pena conocer, respetar y conservar.