
Ni Kasing Lung ni Pop Mart han hecho alguna alusión a vínculos demoníacos. El personaje, insisten, fue concebido como parte de un universo de fantasía, sin ninguna carga espiritual o religiosa.
Redacción Más Sana
Un personaje de vinil, de orejas puntiagudas, sonrisa afilada y ojos que parecen seguirte a donde vayas, se ha convertido en protagonista de una ola viral que mezcla estética inquietante, rumores demoníacos y un fenómeno colectivo de interpretación simbólica: Labubu, el muñeco creado por el artista Kasing Lung para la firma Pop Mart.
Aunque originalmente fue diseñado como una criatura traviesa del bosque —parte de la serie The Monsters—, Labubu ha sido objeto de polémica y debate en plataformas como TikTok, donde usuarios lo describen como “espiritualmente extraño” o incluso lo vinculan con Pazuzu, el demonio mesopotámico popularizado por El Exorcista.
¿Por qué el revuelo?
La respuesta está en una combinación explosiva de elementos:
Estética “creepy-cute”: Labubu oscila entre lo adorable y lo perturbador. Su mirada penetrante y su sonrisa repleta de dientes afilados evocan sensaciones ambiguas que lo hacen irresistible para quienes aman lo alternativo, lo oculto o lo simbólicamente transgresor.
Asociación con Pazuzu: Algunos usuarios notaron similitudes fonéticas entre «Labubu» y «Pazuzu», y comenzaron a trazar conexiones simbólicas entre ambos. Aunque infundadas, estas ideas encontraron terreno fértil en la narrativa viral.
Experiencias subjetivas: Varios compradores han compartido en redes historias sobre sensaciones incómodas o “energías raras” tras tener un Labubu en casa, lo que ha alimentado teorías conspirativas y un boom de contenido paranormal.
¿Qué dicen sus creadores?
Ni Kasing Lung ni Pop Mart han hecho alguna alusión a vínculos demoníacos. El personaje, insisten, fue concebido como parte de un universo de fantasía, sin ninguna carga espiritual o religiosa.
En este caso, el fenómeno viral no surge por intención artística, sino por la interpretación colectiva amplificada por redes sociales. Labubu es hoy el reflejo de cómo la cultura digital transforma juguetes en íconos, y el algoritmo en altar.
Categorías:Sin categoría













