
En la mayoría de los casos, este comportamiento es completamente normal y no requiere corrección.
Redacción Más Sana
Si tienes un perro, probablemente lo hayas visto más de una vez levantar las patas traseras y patear con fuerza el pasto o la tierra justo después de hacer del baño. Aunque a primera vista esta acción pueda parecer una forma de “enterrar” sus desechos —como lo haría un gato—, lo cierto es que se trata de algo muy distinto: una poderosa herramienta de comunicación territorial.
Más que una simple patada
Los perros cuentan con glándulas especiales ubicadas en sus patas traseras, y al patear después de hacer sus necesidades, liberan feromonas que se quedan impregnadas en el suelo. Además del olor de sus desechos, que ya cumple una función de marcaje, este movimiento refuerza el mensaje al dejar una “firma olfativa” única, perceptible para otros perros.
Esta conducta instintiva es más común entre los machos, quienes suelen marcar más activamente sus territorios. Sin embargo, también puede observarse en algunas hembras, especialmente si están en celo o buscan reafirmar su presencia.
Una estrategia ancestral
Este comportamiento tiene raíces evolutivas. En la naturaleza, marcar un territorio ayuda a los animales a evitar conflictos, establecer jerarquías y proteger recursos. Así, cuando un perro patea tras hacer del baño, no solo se está expresando, sino que también está enviando un mensaje claro a otros animales: “estuve aquí”.
¿Debes preocuparte?
En la mayoría de los casos, este comportamiento es completamente normal y no requiere corrección. De hecho, es una señal de que tu perro está actuando según sus instintos naturales. Solo en casos donde la conducta se vuelva excesiva o compulsiva podría ser recomendable consultar con un veterinario o etólogo.
Así que la próxima vez que veas a tu perro pateando el suelo con entusiasmo, recuerda que no lo hace por descuido ni por juego, sino porque está dejando una parte de su identidad en el mundo.
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