La aromaterapia utiliza aceites esenciales extraídos de plantas para estimular sentidos y emociones.

Redacción Más Sana

En una época donde la salud se entiende cada vez más como un equilibrio entre cuerpo, mente y emociones, la sanación holística gana terreno como una opción viable y cada vez más aceptada por la sociedad. Prácticas como la acupuntura, la aromaterapia, el reiki y otras terapias energéticas se presentan como alternativas o complementos a la medicina tradicional para tratar dolencias físicas y emocionales.

A diferencia del enfoque convencional, que suele centrarse en los síntomas, la sanación holística busca atender a la persona como un todo. Este enfoque contempla factores físicos, emocionales, mentales y espirituales, con el objetivo de promover un estado de bienestar integral.

Acupuntura: tradición milenaria con respaldo científico
Proveniente de la medicina tradicional china, la acupuntura consiste en insertar agujas muy finas en puntos específicos del cuerpo para equilibrar la energía vital o chi. Ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como eficaz para tratar dolores crónicos, migrañas, ansiedad y trastornos musculares. Diversos estudios clínicos avalan su efectividad como complemento a tratamientos médicos convencionales.

Aromaterapia: el lenguaje de los aromas para sanar emociones
La aromaterapia utiliza aceites esenciales extraídos de plantas para estimular sentidos y emociones. Algunos aceites, como la lavanda o el eucalipto, pueden reducir el estrés, mejorar el sueño o fortalecer el sistema inmunológico. Sin embargo, especialistas advierten que deben usarse con precaución, ya que ciertas concentraciones pueden generar alergias o irritaciones si no se aplican correctamente.

Reiki y terapias energéticas: sanar desde la energía
El reiki es una práctica japonesa basada en la transmisión de energía a través de las manos del terapeuta hacia el paciente. Aunque su efectividad es aún tema de debate en la comunidad científica, miles de personas reportan mejoras en su estado emocional, disminución de la ansiedad y una mayor sensación de paz. Hospitales de Europa y Estados Unidos han comenzado a integrarlo como terapia complementaria para pacientes oncológicos o en cuidados paliativos.

¿Riesgos? Sí, si se sustituye la medicina convencional
Expertos en salud señalan que el principal riesgo de estas prácticas radica en su mal uso: sustituir un tratamiento médico probado por una terapia alternativa puede poner en peligro la salud del paciente. Por ello, lo ideal es que este tipo de terapias se usen como complemento y bajo la guía de profesionales capacitados.

Un camino de autoconocimiento y prevención
Para muchas personas, la medicina holística no solo trata enfermedades, sino que también funciona como una herramienta de prevención y autoconocimiento. “El cuerpo siempre habla, y la sanación holística nos ayuda a escuchar lo que necesita”, explica Teresa Gómez, terapeuta certificada en Puebla.

En suma, la medicina alternativa y complementaria no pretende reemplazar la medicina tradicional, sino ampliar las opciones de cuidado personal, siempre con responsabilidad y conocimiento. La clave está en equilibrar ciencia y espiritualidad, razón y emoción, en la búsqueda de un bienestar más profundo.