
Una dieta equilibrada, dormir al menos siete horas y mantener actividad física regular son claves para lograr un estado de bienestar sostenible.
Redacción Más Sana
En medio de jornadas laborales intensas, preocupaciones económicas y exigencias cotidianas, el estrés se ha convertido en un mal silencioso que afecta la salud física y emocional de millones de personas. Frente a este panorama, cada vez más individuos buscan alternativas naturales para recuperar el equilibrio y mejorar su calidad de vida.
Técnicas como la meditación, la respiración consciente y las terapias alternativas han demostrado ser herramientas eficaces para reducir el impacto del estrés. Aunque no son nuevas, su popularidad ha crecido gracias a los avances científicos que avalan sus beneficios.
Meditación: calma desde adentro
Diversos estudios neurológicos han comprobado que la meditación regular disminuye la producción de cortisol —la hormona del estrés— y mejora la concentración, el estado de ánimo y la salud cardiovascular. No se necesita experiencia previa: bastan unos minutos al día, en silencio, enfocados en la respiración o en un pensamiento positivo, para empezar a notar resultados.
Respiración consciente: una herramienta al alcance de todos
Practicar respiraciones lentas y profundas activa el sistema nervioso parasimpático, responsable de inducir estados de relajación. Técnicas como la respiración diafragmática o el método 4-7-8 (inhalar 4 segundos, retener 7 y exhalar 8) son altamente recomendadas por terapeutas y médicos para controlar episodios de ansiedad.
Terapias alternativas: el poder de lo integral
Desde el yoga hasta la aromaterapia, la acupuntura o el reiki, múltiples terapias complementarias se enfocan en tratar al ser humano como un todo. En Puebla, diversos centros ofrecen estos servicios como parte de programas integrales para el manejo del estrés.
La psicoterapeuta holística Mariana López explica que el enfoque natural no busca sustituir la medicina tradicional, sino complementarla. “Cuando aprendemos a manejar el estrés desde lo corporal, emocional y mental, evitamos que se convierta en enfermedad”, afirma.
Alimentación, sueño y movimiento también importan
Una dieta equilibrada, dormir al menos siete horas y mantener actividad física regular son claves para lograr un estado de bienestar sostenible. El cuerpo necesita equilibrio para poder enfrentar los retos del día a día sin agotarse.
En definitiva, aunque el estrés forma parte de la vida moderna, existen múltiples formas de reducir su impacto. Adoptar prácticas naturales y conscientes puede ser la clave para reconectar con uno mismo y recuperar la calma en medio del caos.
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