
La recuperación de una lesión no debe tomarse a la ligera. Acudir con un fisioterapeuta garantiza tratamientos efectivos, seguros y personalizados.
Redacción Más Sana.
Las lesiones musculoesqueléticas pueden afectar la calidad de vida de cualquier persona, desde un esguince leve hasta una fractura compleja. En estos casos, la atención profesional es clave para asegurar una recuperación adecuada. Sin embargo, en algunas comunidades persiste la práctica de acudir con un «curahuesos» o sanador tradicional, lo que puede representar riesgos para la salud.
El papel fundamental del fisioterapeuta
Un fisioterapeuta es un profesional de la salud especializado en la rehabilitación de lesiones, prevención de complicaciones y mejora de la movilidad. Su tratamiento se basa en evaluaciones médicas, ejercicios terapéuticos, técnicas manuales y uso de tecnología especializada, como ultrasonidos o electroestimulación.
Beneficios de acudir con un fisioterapeuta:
- Diagnóstico preciso basado en estudios médicos.
- Tratamientos personalizados según el tipo de lesión.
- Prevención de secuelas y mejora en la movilidad.
- Seguimiento profesional que garantiza una recuperación óptima.
¿Cuáles son los riesgos de acudir con un «curahuesos»?
Los «curahuesos» o sanadores tradicionales suelen aplicar técnicas empíricas basadas en creencias populares, pero sin respaldo científico. Aunque algunas personas aseguran haber encontrado alivio, estas prácticas pueden ocasionar consecuencias graves si no se realiza un diagnóstico adecuado.
Riesgos principales:
- Falta de estudios clínicos: Pueden pasar por alto lesiones graves como fracturas o desgarres.
- Manipulación incorrecta: Movimientos bruscos pueden agravar la lesión.
- Uso de remedios sin fundamento: Ungüentos o fricciones pueden causar infecciones o reacciones adversas.
- Ausencia de seguimiento: No se garantiza una recuperación completa, lo que aumenta el riesgo de recaídas.
Cómo elegir una atención segura
Si sufres una lesión, lo recomendable es acudir a un especialista en fisioterapia o un médico ortopedista. Es clave buscar centros de rehabilitación certificados, asegurarse de que el profesional tenga credenciales avaladas y evitar prácticas que no cuenten con evidencia científica.
Conclusión
La recuperación de una lesión no debe tomarse a la ligera. Acudir con un fisioterapeuta garantiza tratamientos efectivos, seguros y personalizados, mientras que los riesgos de acudir con un «curahuesos» pueden comprometer tu salud a largo plazo. La fisioterapia es una herramienta poderosa para restaurar el bienestar físico, siempre basada en ciencia y estudios médicos.
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