
Dormir bien no es un lujo, es una prioridad de salud. Adoptar hábitos saludables para dormir no solo mejora tu descanso, sino también tu estado de ánimo, memoria, productividad y bienestar general.
Revista Más Sana
Dormir bien es una necesidad biológica y emocional. Sin embargo, en medio del estrés, las pantallas y las preocupaciones cotidianas, cada vez más personas tienen dificultades para conciliar el sueño. La buena noticia es que, con pequeños cambios en tu rutina y entorno, es posible mejorar significativamente la calidad del descanso nocturno.
1. Establece una rutina constante
Nuestro cuerpo tiene un reloj interno, el llamado ritmo circadiano, que regula los ciclos de sueño y vigilia. Acostarte y despertarte a la misma hora todos los días —incluso los fines de semana— ayuda a sincronizar este ritmo, facilitando el proceso de quedarte dormido más rápido.
2. Crea un ambiente propicio
El dormitorio debe ser un santuario para descansar. Asegúrate de que esté oscuro, fresco y en silencio. Puedes usar cortinas blackout, una máquina de sonido blanco o tapones para los oídos. También es clave evitar el uso de pantallas (celular, televisión, computadora) al menos 30 minutos antes de dormir.
3. Desconéctate del estrés
Practicar técnicas de relajación como respiración profunda, meditación guiada o leer un libro ligero puede ayudarte a disminuir el ritmo mental. Incluso escribir en un diario aquello que te preocupa antes de acostarte puede liberar tensiones que interfieren con el sueño.
4. Modera lo que comes y bebes
Evita las cenas pesadas, la cafeína después del mediodía y el alcohol antes de dormir. Aunque este último puede generar somnolencia inicial, altera las fases del sueño profundo, provocando despertares nocturnos.
5. Haz actividad física (pero no justo antes de dormir)
El ejercicio regular mejora la calidad del sueño, pero es importante que no lo practiques en las horas previas a acostarte, ya que puede activarte en lugar de relajarte.
6. Si no puedes dormir, levántate
Permanecer en la cama frustrado solo empeora el insomnio. Si después de 20-30 minutos no logras dormir, levántate, realiza una actividad tranquila y vuelve a la cama solo cuando sientas sueño.
Dormir bien no es un lujo, es una prioridad de salud. Adoptar hábitos saludables para dormir no solo mejora tu descanso, sino también tu estado de ánimo, memoria, productividad y bienestar general.
¿Y tú, qué haces para dormir mejor? Comparte tus rituales en redes sociales con el hashtag #SueñoSaludable.
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