Una dieta equilibrada no solo mejora la salud física, también fortalece el bienestar emocional.

Redacción Más Sana

Cada vez más investigaciones científicas confirman lo que la sabiduría popular ha sugerido por generaciones: lo que comemos influye directamente en cómo nos sentimos. La alimentación consciente —o mindful eating— y una dieta rica en nutrientes esenciales se han convertido en aliados clave para el equilibrio emocional y la salud mental.

“Existe una relación directa entre los alimentos que ingerimos y la producción de neurotransmisores como la serotonina, conocida como la hormona de la felicidad”, señala la nutrióloga clínica Mariana Escobar. “Una dieta deficiente puede contribuir a estados de ánimo bajos, ansiedad e incluso depresión”.

Nutrientes que alimentan el ánimo

Estudios publicados por la revista Nutrients y la Harvard Medical School han demostrado que ciertos nutrientes tienen un papel clave en la regulación emocional:

• Ácidos grasos omega-3, presentes en pescados como el salmón o las sardinas, ayudan a reducir síntomas de depresión.

• Vitaminas del complejo B, como la B6, B9 (ácido fólico) y B12, mejoran la función cerebral y están presentes en legumbres, huevos, vegetales verdes y carnes magras.

• Triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina, se encuentra en alimentos como el pavo, los lácteos y las semillas.

• Magnesio, asociado con una mejor respuesta al estrés, está presente en nueces, plátanos, espinacas y cacao natural.

Alimentación consciente: más que una dieta

La alimentación consciente no solo se refiere a qué comemos, sino a cómo lo hacemos. Se trata de prestar atención plena a los alimentos, saborear cada bocado, identificar el hambre real y evitar comer por ansiedad o aburrimiento.

“Comer con conciencia permite reconectar con el cuerpo, evitar excesos y tomar decisiones más saludables, lo cual impacta directamente en nuestro bienestar emocional”, destaca la nutrióloga Escobar.

En un mundo donde la salud mental se ha convertido en una prioridad, la alimentación consciente emerge como una herramienta poderosa y accesible. Adoptar hábitos alimenticios saludables no solo fortalece el cuerpo, también nutre la mente.