Cada pieza está adornada con nueces en la costra de mantequilla, mientras que su interior alberga un relleno de crema de almendra. Al partir la rosca, se revela un proceso minucioso que contribuye a la exquisitez de cada bocado.

Revista Más Sana

En la conmemoración del Día de Reyes Magos el pasado 6 de enero, la panadería La Blanca, ubicada en la 7 Sur y 7 Poniente en San Pedro Cholula, destacó por sus exquisitas roscas que han perdurado a lo largo de más de un siglo.

Matilde Roldán, la actual propietaria, comparte la pasión y dedicación que año tras año imprimen a la elaboración de estas delicias.

Esta sucursal sigue la tradición iniciada por su abuelo, Joaquín Roldán, hace más de 103 años. Este legado se manifiesta en la elaboración cuidadosa y artesanal de panes que se han convertido en referentes culinarios en Puebla. Esto se suma al horno de piedra, también con más de 100 años de antigüedad.

La rosca de Reyes de la Panadería Roldán se distingue por su receta única, preservada a lo largo de generaciones. A diferencia de otras roscas, no incorpora frutas u otros elementos, pero es precisamente esta simplicidad la que resalta su sabor excepcional.

Cada pieza está adornada con nueces en la costra de mantequilla, mientras que su interior alberga un relleno de crema de almendra. Al partir la rosca, se revela un proceso minucioso que contribuye a la exquisitez de cada bocado.

Matilde Roldán resalta el compromiso de la panadería con la autenticidad y la calidad, siguiendo la tradición y manteniendo viva la herencia de más de un siglo.

Los clientes pueden disfrutar de estas deliciosas roscas durante las festividades, contribuyendo así a preservar una tradición gastronómica que ha perdurado a través del tiempo. La Panadería Roldán se erige como un rincón donde la historia y el sabor convergen para crear experiencias culinarias inolvidables.