Por José Enrique Piña Santana /Psicólogo y Terapeuta
Te has preguntado alguna vez ¿qué es? y ¿cómo puedo evitarla?
Hablar de infidelidad es una situación compleja, dado que hay muchas formas de definirla, lo que es real es que, la infidelidad es parte de la acción de faltar a acuerdos previos entre una pareja.
Hoy en día podemos encontrarnos con diversas formas, pero cada relación tiene su código de convivencia, ya sea explícito o implícito; pensando en relaciones monogámicas, la infidelidad es la acción de faltar a los acuerdos establecidos de lealtad, relacionándose sentimentalmente, física o sexualmente con otra persona que no es mi pareja actual.
Es importante abordar este tema con dos fundamentos: el primero “Amor o enamoramiento”; todos somos capaces de enamorarnos de otra persona, es la etapa en la que comienzan a interactuar sustancias químicas y reacciones cerebrales con una nueva persona.

Con el paso del tiempo, estas sustancias se van familiarizando, van adaptándose y ya no producen las mismas reacciones, si a eso le sumamos que con el paso del tiempo la otra persona a parte de mostrarnos su mejor versión, comienza a mostrarse con otras versiones, comenzamos a conocer sus emociones, deseos y reacciones; en esta etapa es donde amorosamente podemos aceptar la luz y la sombra del otro, verlo perfectamente imperfecto y elegirlo (a).
Basándonos en lo anterior, podemos encontrarnos con personas adictos a la sensación de enamoramiento, un eterno impulso de satisfacción sexual (el impulso más primitivo) o por el contrario es la posibilidad de mostrar una consciencia trabajada y evolucionada.
El segundo fundamento son: “Normas y acuerdos de la relación”, encontramos que las reglas en un juego son importantes porque normalizan y determinan cuales son los limites aceptados y aquellas conductas o acciones que no se tolerarán, cualquier relación madura requiere contar con un sistema normativo, acuerdos previos sobre lo que será tolerable y qué de plano pondrá punto final a la relación.

Aquí podemos encontrarnos con un elemento fundamental en una relación, la confianza, la cual se va a alimentar del cumplimiento de acuerdos, del compromiso y la lealtad a estos valores, o por lo contrario se puede desgastar por la falta hacia los mismos.
Cualquiera que sea la relación que elijas, ten en cuenta estas características y sin esperar, aborda el tema con tu pareja, entre más claridad haya en una relación, mejor será su proyección a futuro.
Evalúate y delimita lo que esperas de una relación, comunica con claridad tus límites y deseos. Si ya estás en una relación fija y quieres alimentar la producción de hormonas y reacciones cerebrales, busca nuevas formas, otras metas, riega esta flor; y por el contrario si ya hay maleza, aprende a quitarla, en una relación no es 50/50 si no es un 100/100, un ser totalmente completo e independiente que elige a otro ser para caminar juntos.

Por ahora las y los dejo con esta información para digerir, si te encuentras en una situación en donde fuiste o te fueron infiel, busca apoyo de algún profesional y date la oportunidad de replantearte tus formas de relacionarte.
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