- Si nos observamos bien al momento de pensar, veremos que la mente es como un remolino donde giran sin cesar las mismas ideas: angustias, esperanzas, miedos…
- Para detener estos círculos incesantes, canta las cinco vocales, en este orden: A, E, I, U, O. Canta cada una durante un minuto (o más, en caso de que así lo desees).
- Mientras cantas alternando profundas respiraciones, imagina que resuena en todo tu cuerpo tu ciudad, tu país, el planeta, la galaxia, el universo entero. Continúa así…
- Cuando llegues a la O, termina agregándole una M. Te dará OM, la sílaba sagrada hindú que (dicen) es el origen del universo.
- El sonido de la A actúa sobre lo alto de la garganta, de los pulmones y todo tu cráneo.
- El sonido de la E tiene la particularidad de tonificar tu glándula tiroides.
- El sonido de la I te desamarra del ego y te da alegría, si lo emites con una sonrisa en los labios.
- El sonido de la U penetra profundamente en el tórax y el vientre, y te proporciona fuerza vital.
- El sonido de la O va hasta el fondo del abdomen, y te abre a la creatividad.
- Al terminar la serie, contempla a tus pensamientos como si fueran hojas que flotan en la corriente de un río, o bien nubes que cruzan el cielo. Te sentirás liberado de una enorme carga y observarás tu entorno con mayor lucidez y tranquilidad.
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