REDACCIÓN MÁS SANA
- Alimentación equilibrada. Aquello de mente sana en cuerpo sano nunca ha perdido su vigencia.
- Ejercicio físico. Caminar durante unos 20 minutos al día, cinco días a la semana, es suficiente para notar efectos benéficos en tu estado de ánimo.
- Evitar hábitos nocivos. El alcohol, el tabaco, las drogas, el abuso de fármacos y el exceso de estimulantes son hábitos muy perjudiciales para tu salud física y mental.
- Dormir lo necesario. Un cuerpo y una mente descansados aumentan tu vitalidad.
- Relaciones sociales. Vivir en sociedad y relacionarte con los demás mejora tu humor, te protege de la depresión, te ayuda a prevenir el Alzheimer y favorece el trabajo en equipo.
- Ampliar el mapa mental. Que la mente se amplíe y sea más flexible previene hasta el envejecimiento, y sobre todo el anquilosamiento que muchas veces observas en ciertas personas.
- Aprender nuevas cosas. Así el cerebro permanece joven.
- Reír más. La risa es un potente analgésico, aumenta tu sistema inmune y te llena el organismo de endorfinas.
- Ir al psicólogo. Es una manera más de cuidarte y valorarte a tí mismo… ¡No menosprecies una profesión tan vital para tu salud mental!
- Eliminar entornos y personas tóxicas. Huye de los ambientes que te restan energía y de las personas que te anulan, bajan tu autoestima o te hacen sentir mal de alguna manera.
- Contacto con la naturaleza. ¡Siempre es bueno volver al origen de todo!
- Cada vez hay mayor evidencia empírica de que éste es un buen modo para cuidar tu mente.
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