La clave radica en un enfoque inclusivo y coordinado que les brinde las herramientas, el apoyo y las oportunidades necesarias para participar activamente en la sociedad.

Redacción Más Sana

En la sociedad contemporánea, la inclusión de personas con discapacidades sigue siendo un desafío crucial. En este contexto, las personas con sordoceguera, que enfrentan barreras significativas para participar plenamente en la vida social, requieren una atención especial. El Profesor Edgar Campos, representante del SMDIF Puebla, abordó este tema en profundidad durante su participación en el programa Más Sana Live, subrayando la urgencia de promover una mayor comprensión e integración para este grupo vulnerable.

La Realidad de la Sordoceguera en Puebla

Uno de los aspectos más impactantes de la entrevista con Campos fue su análisis de las barreras familiares que enfrentan las personas con sordoceguera. Según datos alarmantes compartidos por Campos, «Se estima que el 98% del aislamiento de las personas con sordoceguera se debe a la sobreprotección familiar». Aunque esta actitud suele estar motivada por el deseo de proteger a los seres queridos, a menudo resulta en una limitación severa del desarrollo de habilidades cognitivas y sociales necesarias para su plena inclusión en la sociedad.

En Puebla, aproximadamente 450 mil personas viven con sordoceguera, un número que revela la magnitud del reto que enfrentan las autoridades y la sociedad en general para integrar a estas personas en la vida social y comunitaria.

El Rol del Centro de Rehabilitación del DIF Puebla

Para abordar estas barreras, Campos instó a las personas con sordoceguera y a sus familias a acercarse al Centro de Rehabilitación del DIF Puebla. Este centro ofrece una amplia gama de servicios especializados, incluyendo comunicación, educación y terapia ocupacional, diseñados para facilitar el desarrollo integral de las personas con sordoceguera. «Es un espacio seguro y propicio para el desarrollo integral y la inclusión de las personas con sordoceguera», enfatizó Campos.

La Necesidad de una Mayor Concienciación

La inclusión de las personas con discapacidades, y en particular de aquellas con sordoceguera, no es solo una responsabilidad del gobierno, sino de toda la sociedad. «La inclusión no es solo una responsabilidad del gobierno, sino de toda la sociedad», afirmó Campos. Esta declaración subraya la necesidad de un esfuerzo colectivo para crear entornos más accesibles y comprensivos.

Estrategias para la Inclusión

Existen múltiples estrategias para integrar a las personas con sordoceguera en la vida social, y todas requieren la colaboración entre gobierno, sociedad y las propias familias. Entre ellas destacan:

1. Educación y Concienciación: La sensibilización de la comunidad a través de talleres y campañas educativas es esencial para romper las barreras de prejuicio. La formación en métodos de comunicación, como el lenguaje de señas táctil y el braille, también es crucial.
2. Acceso a Tecnología Asistiva: Proveer dispositivos de comunicación y adaptar los espacios públicos para que sean accesibles son pasos fundamentales para mejorar la movilidad y la comunicación de las personas con sordoceguera.
3. Desarrollo de Redes de Apoyo: La creación de grupos de apoyo donde las personas con sordoceguera y sus familias puedan compartir experiencias y recibir apoyo emocional es vital para su integración.
4. Involucrar a las Instituciones Educativas y Culturales: Es esencial diseñar programas inclusivos en escuelas y centros comunitarios que permitan la participación activa de las personas con sordoceguera en actividades recreativas, educativas y laborales.
5. Promoción de la Autonomía: Fomentar la independencia a través de la terapia ocupacional y la inclusión en programas de empleo protegido puede facilitar una mayor integración en la comunidad.
6. Apoyo Familiar y Social: Brindar asesoría a las familias sobre cómo mejorar la comunicación y convivencia con sus seres queridos con sordoceguera, y fomentar su participación en eventos comunitarios.
7. Fomento de Actividades Recreativas: Ofrecer actividades deportivas y artísticas adaptadas, así como organizar excursiones con el apoyo necesario, permite a las personas con sordoceguera disfrutar del ocio y expresar su creatividad.

Conclusión

La inclusión de las personas con sordoceguera en la vida social es un reto que debe ser abordado desde múltiples frentes. La clave radica en un enfoque inclusivo y coordinado que les brinde las herramientas, el apoyo y las oportunidades necesarias para participar activamente en la sociedad. Como lo destacó el Profesor Edgar Campos, el éxito de esta misión depende de la colaboración de todos: gobierno, sociedad y familia, trabajando juntos por un futuro más inclusivo.