La autora afirma que esta técnica hará que el duelo sea menos largo, menos doloroso y menos profundo.

Redacción Más Sana

La muerte de un familiar, pareja o amigo resulta el dolor emocional más fuerte que una persona puede pasar, y en caso de no llevar un apropiado proceso, puede resultar incluso fatal; por ello la importancia de un buen acompañamiento.

En el programa Más Sana Live, la tanatóloga Yolanda Godínez, anunció que presentará su libro Tanatología Tibetana para no budistas, esto el próximo sábado 2 de septiembre, a las 18:00 horas, en la librería Lattice.

En este texto, ella explica que el duelo es más corto y menos doloroso si se aplica este herramienta tradicional, en comparación con las convencionales, porque las herramientas actuales en psicología está muy enfocadas en el proceso del duelo de la persona que se queda, y la pequeña diferencia de ese tinte tibetano es que el enfoque es más bien hacia la persona que se está yendo.

«Consideramos que la persona que se queda, como sea sólo está perdiendo una persona; en cambio, la persona que se va, pierde a todos los que quiere, pierde su historia, pierde su cuerpo, pierde su identidad, está en un trance en el que por un lado se conecta con su vida anterior y por otro lado está exacerbando todo ese continuo de pensamientos y emociones; es como cuando uno consume un alucinógeno, cuando dormimos, que surgen un montón de cosas raras, eso es lo qué pasa esa persona que se ha ido», explicó.

La tanatóloga dijo que uno puede destinar un momentito del día donde uno no tenga ni prisa, ni hambre, ni sueño, «que esté más o menos estable», para ir uno por uno los 49 días que son de ese procedimiento.

Durante esta técnica, uno va leyendo de tres a siete veces algunas oraciones, en general encaminadas a recordarle a la persona que ya no está en un cuerpo físico, que ya no tenga miedo, que suelte todo, que lleve con agradecimiento todo lo que hace su vida.

«Como uno lo repite tres a siete veces cada día por 49 días, uno va conectando conectando, una y otra vez, la parte sana; en lugar de ponerse en la parte de víctima izarse y estar diciendo cosas negativas», destacó.

Afirmó que esta acción hará que el duelo sea menos largo, menos doloroso y menos profundo.

«La mayoría de ese libro y de la mayoría de los métodos en tanatología es que uno puede recordar el vínculo más con amor que con dolor», enfatizó.

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